Natacha Féliz Franco retoza con la palabra, la usurpa, la somete y luego, como al descuido la hace florecer. Ya los poemas contenidos en su libro Detrás de octubre, publicado por Indeleble editores en el 2015, nos anunciaban a una poeta de trazos compactos, líneas limpias, mirada honda a la existencia humana, y portadora de un candor que la poesía moderna necesita recuperar.
Hoy nos ofrenda 9 caminos al cielo, manojo de micro relatos sostenidos vigorosamente por los elementos que sugieren los grandes maestros de la cuentística: Antón Chejov, Guy de Maupassant, Allan Poe, Gogol, Quiroga, Cortázar, entre otros; me refiero al ingenio, precisión, unidad, intensidad y efecto. La escritora y periodista dominicana lo logra en relatos ágiles, llenos de colorido, regionalismos, situaciones cotidianas, humor, cinismo, pero, sobre todo, gran control de su pluma; capacidad fundamental de quien escribe micro relatos.
Los elementos de intertextualidad abundan en este nuevo proyecto literario, de modo, que estos cortos cuentos permiten múltiples niveles de lectura. Un enfoque transgresor (acercamiento no tradicional) se advierte en la intención de Féliz Franco al dialogar con personajes como la figura del Maestro Jesús de Nazareth, a quien nos presenta “…ataviado con ceñido traje plateado, altas botas y el pelo atado en una cola”. Es la libertad creadora que posee quien escribe. Féliz Franco lo sabe y la ejerce.
Destaca en este libro la imbricación de mundos extraordinarios: ángeles, dioses mitológicos, personajes históricos nefastos como Adolfo Hitler, personajes de la literatura infantil como Blanca Nieves y la madrastra, los grises extraterrestres, Paris y Elena de Troya, hasta apuntar a una cosmogonía sorprendente. No obstante, los seres metafísicos de estos relatos interactúan grácilmente con los humanos y sus contradicciones, a la manera de los dioses antropomórficos del pasado y del presente.
Féliz Franco nos muestra que el cielo puede ser un espacio, un instante, un regazo, una mirada, un absurdo. Por eso, resulta deleitosa la combinación de equívocos y nudos que conforman los conflictos de los micro relatos. Natacha Féliz Franco conoce su oficio, nos sumerge en situaciones límites, caóticas, chistosas, increíbles, didácticas, en las que al final impera el efecto; el puño al lector del que nos hablara Chejov y Poe. Logra caracterizar personajes de profundidad psicológica sin violentar el canon de lo breve. Sabemos que narrar una historia en forma breve, requiere gran imaginación, conocimiento de la importancia de mostrar en lugar de decir, y maña para amarrar al lector moderno, más escurridizo que un conejo, como afirma García Márquez en su poética.
En este momento, en que el micro relato toma tanto auge, como lo fue en las antiguas civilizaciones (El Panchatantra – antiquísima colección de cuentos cortos en la India, y el Calila e Dimna - antiquísima colección de cuentos cortos en Arabia, por mencionar algunos), es alentador contar con la fresca literatura de Natacha Féliz Franco, con su aporte a la construcción teórica de esta modalidad de narrar desde lo breve, y con la promesa de sus nuevas historias.
Desde ese mundo caribeño que la determina; y que tanto incide en su escritura, disfrutemos 9 caminos al cielo, un libro para reír, reflexionar, dudar, insistir, gozar, y que debe quedar en la lista de los mejores micro relatos que se producen en estos momentos en la hermosa Antilla hermana.