Participando de la Feria Internacional del Libro en Bolvia (FIL La Paz, 2012), me encuentro con una serie de escritores y escritores de América Latina, como a su vez un nutrido grupo de editores y libreros (donde se venden los libros). A pesar de que los intereses son encontrados, y a muchos les mueve el espíritu de lucro, no es menos cierto que en muchos de ellos se traduce una filosofía de vida que cree en la solidaridad y sobre todo en la economía no mercantilista. En particular, creen en la economía de intercambios equivalentes sin ánimos, inicialmente, de lucro.
Este sentimiento de solidaridad para con Puerto Rico, en medio de la venta de libros, transacciones de miles o cientos de miles de dólares, es inspiradora. Más aún no fueron pocos los libreros que prefirieron intercambiar libros con la delegación de Puerto Rico antes que vender los mismos.
Pensar que toda economía se mueve por la venta y por el valor de cambio de los objetos, sería absurdo. Lo que hay que pensar es como se mueve realmente la vida de nosotros. En muchos casos, es por la solidaridad que afecta los intercambios económicos.