Wanda Vázquez Garced en la encrucijada

Política

alt(San Juan, 9:00 a.m.) El covid 19 ha creado una crisis socioeconómica y política a nivel internacional. Ha logrado doblegar voluntades y gestado conciencia de la importancia de la salud y el bienestar de los seres humanos. En Puerto Rico la gobernadora Wanda Vázquez Garced, responsablemente, ordenó una cuarentena con un toque de queda desde las 7:00 de la noche hasta las 5:00 de la mañana. Este próximo 12 de abril se cumplen cuatro semanas de la política pública para salvar vidas que conocemos como “Quédate en casa”.

Todo remedio trae controversias y genera conflictos. Unos sectores están a favor, otros en contra. La realidad es que el santo remedio para evitar el contagio masivo ha golpeado duramente todos los sectores, principalmente a los comerciantes y asalariados que han visto sus ingresos mermados debido a la cuarentena. Los problemas psicológicos están a flor de piel lo que ha repercutido en un aumento en las llamadas a la línea PAS en busca de apoyo emocional.

Mientras el pueblo, en su mayoría, ha acogido las medidas vanguardistas impuestas por la gobernadora y hace de tripas corazones para subsistir, un sector del Partido Nuevo Progresista ha tirado por la borda toda buena intención detrás de las acciones gubernamentales.

Desde la semana pasada se ha dado a conocer el desmadre que ha imperado en el Departamento de Salud desde que la administración del depuesto Ricardo Rosselló Nevares asumió la gobernación. Mabel Cabeza, el poder de facto en Salud, hizo y deshizo sin que el entonces titular, Rafael Rodríguez Mercado, tomara acción por evitar posibles actos conflictivos e ilegales. La situación empeoró con el mal manejo de la crisis del covid 19 llevado a cabo por la epidemióloga del Estado, Carmen Deseda Colón.

Para completar el cuadro, cuando la secretaria interina Concepción Quiñones de Longo despidió a Cabeza y a Deseda, cuestionó la desaparición de 500 pruebas del Covid 19, un contrato por $40 millones para comprar más pruebas rápidas y la compra a 14 meses de unos respiradores fue despedida por alguien en Fortaleza que ha sido identificada como Marisol Blasco, ayudante especial de la gobernadora.

Fortaleza protegió a Cabeza, ha intentado ocultar una serie de contratos cuestionables y el desembolso inadecuado de recursos públicos. Estas acciones impulsaron una investigación del Negociado Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) y el Departamento de Salud federal (HHS).

El nombramiento de Lorenzo González como titular de Salud aplacó ligeramente la tormenta porque tomó acciones correctivas inmediatas, pero no pudo evitar que las mentiras comenzaran a derrumbarse.

El escándalo gubernamental tiene tentáculos que van desde Fortaleza al Capitolio. El famoso contrato por $40 millones fue otorgado a las empresas Apex Contratistas Generales y 313 LLC que tienen una relación con el Grupo Lemus corporación con vínculos al Partido Nuevo Progresista.

Toda esta maraña solo nos conduce a una conclusión: en el Partido Nuevo Progresista existe un nido de corruptos prestos a saquear los fondos públicos que no aprendieron absolutamente nada de lo ocurrido en el Verano 2019.

Este grupo de politicastros y amiguitos del alma se sienten impunes, dueños absolutos del poder, y están seguros de que manipularán al electorado para mantenerse en el poder.

Resulta asqueante considerar la posibilidad de que el electorado pudiera votar por la permanencia de corruptos en el poder.

Cuando Wanda Vázquez Garced asumió el poder en agosto 2019, muchos estuvieron esperanzados de que fuera mejor gobernante que Ricardo. En el principio se mostró conciliadora, intentó gobernar para todos, pero la ambición de poder y el deseo de permanencia en Fortaleza anuló todo lo bueno y la convirtió en una politiquera más.

El poder enferma. El PNP controla absolutamente todos los poderes dispuestos por la Constitución del Estado Libre Asociado, pero es su peor enemigo. Las luchas internas socaban cualquiera buena voluntad que puedan tener algunos de sus políticos. Las fuerzas rossellistas, pierlusisitas y wandistas (en realidad schatzistas) se odian a muerte. Buscan su enriquecimiento y el de sus amiguetes.

En este cuatrienio, donde no ha existido oposición fuera de las filas penepés, hemos visto toda la maldad que corroe a aquellos que buscan el poder explotando al pueblo. El Senado se enfrentó a Fortaleza cuando su presidente, Thomas Rivera Schatz, se propuso sacar a Rosselló del gobierno. Ricardo y sus novatos, utilizando su maquinaria publicitaria, no pudieron parar las maquinaciones maquiavélicas de TRS y fueron desollados vivos. El Tiburón Blanco desbancó las posibilidades de Pedro Pierluisi en su intentona anticonstitucional por quedarse en La Fortaleza. Ahora, el experimentado presidente senatorial se alió con la gobernadora, antiguamente su enemiga, para evitar que Pierluisi llegué una vez más al Palacio de Santa Catalina.

¿Cuántos nos damos cuenta de las maquinaciones y de las luchas por el poder en el PNP? Creo que muchos. El verdadero problema radica en que los militantes del PNP son renuentes a votar por otras alternativas que no sean las de su partido, que de hecho es el de mayor militancia en el país. Votan monolíticamente porque asocian al PNP con el ideal anexionista, a pesar de que en este cuatrienio el liderazgo partidista laceró los lazos con Washington. Si las huestes anexionistas no reaccionan y dan un voto de castigo a su partido, existe una alta posibilidad que se mantengan en el poder.

Fuera del PNP, el voto general estará dividido entre el Partido Popular Democrático (PPD), el Partido Independentista Puertorriqueña (PIP), Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) y varios grupos políticos emergentes cuya validación se ha visto interrumpida por la cuarentena. Tanto el PNP como el PPD tienen primarias.

Las primarias probablemente serán movidas a agosto porque la fecha pautada, 7 de junio, es demasiado cercana. Constitucionalmente, las elecciones generales en noviembre no pueden ser pospuestas.

Los partidos mayoritarios están muy divididos internamente, se puede esperar cualquier cosa.