[Nota editorial: en el contexto de las investigaciones y acusaciones sobre actos de corrupción en la compra de las pruebas de Covid-19, nos parece pertinente publicar este poema]
Si desde el alero donde reposan los pájaros
descansaran los hombres de sí mismos
y alabaran el árbol e intimaran con la flor y el follaje
Si desde el paisaje de una palabra amiga
repitieran el lenguaje festivo del agua entre las piedras
y entendieran la relación de la ternura con las semillas.
Si desde un gran circo de carpa
dibujaran contra su corazón un arcoíris cada jueves,
y desde las alfombras voladoras
llegaran a tiempo al perdón y a la paz.
Si desde la prisa de los caminos diarios
se dejasen acariciar por el viento,
y por el hijo varón que va creciendo,
y desde las manos de los niños
construyeran sueños duraderos
en bloques de madera y castillos de arena..
Si desde el Arca de Noé́
que hay en cada uno de nosotros
guardáramos el amor durante la tormenta.
Si desde los cuentos de la abuela
y el relato maravilloso del mar
navegáramos hacia el asombro y la belleza de las cosas sencillas,
desde allí́ desde tu corazón subiría el alero de los pájaros
a buscar la esperanza de mano de los hombres.