En la conferencia de prensa ofrecida en el día de ayer por el gobierno de Puerto Rico, y encabezada por la gobernadora Wanda Vázquez Garced, se planteó por primera vez que Puerto Rico ha marcado ya la tendencia para la estabilización de la curva ascendente y la llegada del famoso pico y aplanamiento de dicha curva. De esta forma, no solo el pueblo de Puerto Rico respondió el pedido del gobierno de "quedarse en casa". El efecto de esta combinación, entre estadísticas controladas y comportamiento de distanciamiento social adoptado por el pueblo, es que se avecina el fin del toque de queda, el cual fue extendido de forma modificada y más flexible hasta el 3 de mayo.
En las estadísticas para el día de hoy, de casi un total de ocho mil pruebas realizadas, el 11 por ciento ha dado positivo. Por otro lado el 73 por ciento ha dado negativo. Sigue un por ciento de cerca de un 13 por ciento de pruebas realizadas que aún se desconoce el resultado. La cantidad de personas muertas, certificadas previamente por prueba de contagio, son 31. Las personas muertas certificadas por médicos que dicen que mostraron los síntomas, son 13, para un total de 44 muertes.
Con un cuadro de control, no hay razón para mantener la extensión y prolongación indefinida del toque de queda. Por lo tanto, el nuevo toque de queda, el tercero en cuatro semanas, que inicia mañana lunes 13 de abril, debe ser el último de esta jornada, previo a un proceso de reintegración social. El nuevo toque de queda dura hasta el domingo 3 de mayo. No obstante, el nuevo toque de queda pretende ser mucho más flexible que los anteriores.
Ante el cuadro presentado ayer en la conferencia de prensa, solo nos queda mantenernos en vida y vivos, sin contagiar la pandemia. Lo peor no ha pasado aún, pero en el caso de Puerto Rico, se ha controlado. Es momento de pensar en un futuro, que garantice una mejor vida para todas y todos. Pensemos.