Covid-19 y la tribu boricua

Justicia Social

alt

(San Juan, 11:00 a.m.)  Luego de siete semanas de toque de queda (lockdown) de cierre total de la vida personal, y confinados al hogar, hemos iniciado el proceso de culminación de dicho momento.  El cierre total adviene a un final, el próximo 3 de mayo  a la medianoche . El 4 de mayo iniciamos una nueva etapa de distanciamiento social con reintegración social. Dos  prácticas no excluyentes que nos permiten volver a socializar como país.  Lo peor del Covid-19, la pandemia, sobre la población boricua, ya pasó mientras nos urge volver a reintegrarnos en actividades socio-económicos en la isla.

No obstante, de forma continua, uno empieza a escuchar, como luego de siete semanas, han cambiado las prácticas sociales. El miedo a contraer la enfermedad. Las muertes en los EE.UU. la cual tiene una representación solida de personas boricuas que han muerto en suelo estadounidense.  En suelo boricua han muertos personas, pero la estadística es al día de hoy limitada. .  Pese a que uno puede manipular las estadísticas, los números de muerte en los EE.UU. afectan la psiquis de los boricuas residentes en la isla.  Allá los muertos son mucho mas que en Puerto Rico.

Ante este cuadro, debemos de pensar como el Covid-19 ha reorganizado nuestras prácticas y comportamientos sociales. A esto se le une el toque de queda, más restrictivo o menos restrictivo, pero nos ha forzado a vivir en confinamiento en nuestros hogares.  Por lo tanto, es momento de volver a reclamar nuestra libertada individual, a conciencia de que la enfermedad no ha desaparecido, y no hay una cura aún para la misma.

Es curioso, pero nuestra libertad, curiosamente, se la podríamos reclamar al estado. Pero el debate global no lo está viendo de esta forma, exclusivamente. La libertad que hemos alcanzado, curiosamente hablando, ha sido contra el capital, el cual nos había llevado por la senda del consumo.  Mientras el estado, ha emergido como garante de la vida, y en posición de exigirle al capital comportamientos éticos para garantizar la vida de todos y todas. ¿Será momento de exigir que el plan de salud público se extienda a toda la población? ¿Será momento de tener hospitales regionales públicos en todo Puerto Rico?

Lo que no podemos es reducir la vida al clan, o la tribu familiar.  Eso es un momento de fuerza y transición a la vida colectiva.  Ante el bajo número de personas arrestadas por violar el toque de queda, Puerto Rico plantea algo interesantes que es el cumplimiento con dicha práctica de confinamiento social. Es terrible pero así es y ha sido el país. Por lo tanto, debemos de pensar como volver a juntarnos, en seguridad y salud, para continuar luchando. Pensemos.