El Cotorrito y Doña Fela [1960] el inicio de un cambio cultural

Cultura

alt(San Juan, 10:00 a.m.) En la década del 60 en Puerto Rico no había clubes nocturnos tipo burlesque. Un corpulento, simpático y homosexual caballero llamado Johnny Rodríguez, era cantante y compositor muy afamado. Se hizo artista en Nueva York. Además, era el hermano mayor de Tito Rodríguez. También desde varias décadas era compositor para canciones de campaña del Partido Popular. Escribió “Jalda Arriba” el himno del Partido Popular y otras muchas canciones y “jingles” políticos para el PPD. Doña Fela, la alcaldesa de San Juan en ese momento, era muy amiga de Johnny desde muchos años. Igual, Muñoz Marín y otros líderes prominentes del PPD.

Johnny Rodríguez decidió establecer un “night club” tipo burlesque, versión criolla de lo que eran establecimientos muy conocidos en Nueva York. Así nació El Cotorrito, ubicado en la Avenida Ponce de León, esq. Calle Bolívar en Santurce. Johnny escribió la letra y música del anuncio radial, que en parte decía: “El Cotorrito. El sitio para gente divertida y sin complejos en Puerto Rico” …

Además de licores y los platos tradicionales de un restaurant, el establecimiento se caracterizaba por ofrecer a sus comensales “arroz frito”, lo cual era una novedad. Además, se ofrecía un excelente espectáculo de baile y canto, tipo variety show, donde todos los artistas participantes eran homosexuales vestidos como damas. El desaparecido Pantojas era la estrella de un espectáculo animado, pintoresco y muy serio. Si algún “cafre” se ponía imprudente, los “bouncers” lo colocaban en la calle, en ocasiones algo averiados.

Johnny Rodríguez, conocedor de mundo y las mentalidades imperantes, sabía que estaría bajo intenso fuego por religiosos, chismólogos y moralistas. A la inauguración del “night club”, Johnny invitó a doña Fela, quien obviamente, como mujer de espíritu adelantado, aceptó la invitación. En la primera noche ocupó asiento en una de las mesas más visibles y cercanas a la tarima del espectáculo. Con ella estaban otras figuras destacadas del ambiente social y político. Las criticas sociales fueron positivas. Doña Fela ayudó a Johnny a establecer el negocio, imprimiéndole público reconocimiento como lugar de primera clase, pero además impulsó en el público común y corriente un cambio de mentalidad. La comunidad comenzó a ver a los homosexuales en su dimensión de artistas, creativos y dignos. El Cotorrito se convirtió en especie de “meca de no acomplejados” que deseaban compartir la experiencia y disfrutar de la magia que generaba Johnny Rodríguez. En esa dimensión, con Doña Fela, Puerto Rico también comenzó a cambiar.