Martí y su diario: recuerdo inconcluso de eventos omitidos

Justicia Social

alt(San Juan, 11:00 a.m.) Ya Martí había tenido conflictos con el binomio de Maceo y Máximo Gómez que como líderes militares de la Guerra de los Diez Años subestimaban a aquel joven sin experiencia de guerra. Tras la reunión en Nueva York en 1884 Martí le había enviado una carta al caudillo dominicano en la que le decía “Un pueblo no se funda, general, como se manda un campamento…¡qué pena me da tener que decir estas cosas a un hombre a quien creo sincero y bueno, y en quien existen cualidades notables para llegar a ser verdaderamente grande!- Pero hay algo que está por encima de toda la simpatía personal que Ud. pueda inspirarme, y hasta de toda razón de oportunidad aparente: y es mi determinación de no contribuir en un ápice, por amor ciego a una idea en que me está yendo la vida, a traer a mi tierra a un régimen de despotismo personal, que sería más vergonzoso y funesto que el despotismo político que ahora soporta, y más grave y difícil de desarraigar, porque vendría excusado por algunas virtudes, embellecido por la idea encarnada en él, y legitimado por el triunfo.”

La relación entre ellos se enfrió y no fue hasta que fracasaron los planes bélicos de Maceo y Gómez que se reanudaron las conversaciones entre los tres líderes.

Aquel 6 de mayo de 1895 Maceo estaba molesto con Martí por haberlo subordinado a Flor Crombet en la expedición desde Costa Rica, para la que el Titán de Bronce planteaba que costaba más dinero que lo que Crombet decía. Al final se demostró que la travesía era posible con menos de la mitad del dinero que él exigía; pero se molestó porque Crombet era de inferior jerarquía, pese a que una vez llegaron a Cuba Maceo asumió la jefatura de los expedicionarios.

En ese marco se produjo la reunión de los tres grandes líderes en el ingenio La Mejorana, cercano a Santiago de Cuba, en la que Maceo le confesó a Martí que ya no lo quería como antes y lo interrumpía constantemente, El gran conflicto seguía siendo si durante la Guerra mandarían los militares o el poder civil. Los ánimos se caldearon y los tres pidieron quedarse solos para el resto de la discusión

Al día siguiente Maceo se dio cuenta que se había excedido y en desagravio les obsequió a Martí y a Gómez una parada militar en su honor.

Martí le había pedido al alférez ayudante Ramón Garriga Cuevas su Diario de Campaña y había hecho sus anotaciones sobre lo ocurrido, devolviéndole el Diario a Garriga que lo custodiaba. Al morir Martí en Dos Ríos, Garriga le entregó el Diario a Máximo Gómez que lo unió al suyo. Ambos estuvieron sellados hasta muchos años después cuando un hijo de Máximo Gómez los publicó, momento en que se descubrió que faltaban los seis pliegos en que Martí anotó sus impresiones de la reunión. Garriga siempre sostuvo que Máximo Gómez lo recibió completo de sus manos y confirmó que al documento le faltaban los seis pliegos que Martí había escrito después de la reunión.

Y hasta señaló que conservaba en la memoria el asunto tratado por Martí en las páginas perdidas. Según su testimonio Martí había consignado en esas páginas la discusión que tuvieron sobre el modo de distribución de los fondos para la guerra.

Ha quedado en el misterio quién arrancó esas páginas del Diario. Si fue el ayudante Garriga, si fue el propio Martí para liberar de posibles culpas al Generalísimo Máximo Gómez o si fue el caudillo dominicano o su hijo que conservó los Diarios hasta que se publicaron muchos años después. Por supuesto, nunca se sabrá.