Madres a dos generaciones

Cultura

altOración por los Hijos

[Elsa Fernández de Tió, mi madre]

Hazme buena Señor, para mis hijos

con la bondad de las cosas sencillas.

En cada mañana, en cada noche,

en la verdad de cada día.

Hazme fuerte, Señor, para darles

la palabra precisa

y para mantenerme y mantenerlos

serenamente digna.

Hazme sabia, Señor, para llegarles

oportuna y sin prisa

que sepa aligerarles la tristeza

Y compartir sus risas.

Hazme justa, Señor, para formarles

la conciencia tranquila.

Para que sean libres de malsanas pasiones,

hondos en el sentir y altos de mirar.

Hazme humilde, Señor, cuando les lleguen

sus triunfos y sus dichas

que sepa ser prudente y no despierte

adulación, ni envidia.

Y hazme humilde, aún más cuando les toque

atravesar desdichas,

que tus diez mandamientos les sostengan,

y mi amor los conforte

y tu amor los dirija.

Ampáralos Señor, no me los dejes

atravesar peligros sin salida,

Que entren limpios y firmes en la prueba,

para encontrar serenos la alegría.

Que sepan compartir, y bien escojan

quien ha de acompañarlos en la vida.

Hazme merecedora de ser madre,

que para serlo fui por ti escogida.

Por Elsa Fernández de Tío – abril 1966 Revista ICP

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2

Oración de mi entraña

[Elsa Tió, hija, y poema a mi primer hijo antes de nacer]

Tu corazón tiembla en mi vientre

cada vez que te mueves,

giras como un astro en tu universo,

y yo soy tu universo,

tu infinito rincón y tu horizonte.

Tu conoces mi entraña

yo a ti no te conozco.

Tu serás mi horizonte,

yo soy tu territorio,

tu pedazo de tierra , de raíz y de patria.

Te presiento y te quiero

con un temor extraño de perderte

y un deseo de mirarte a los ojos

de presentarte el árbol y la luna.

quisiera conocerte en las palabras

pero aún no tienes gesto ni memoria.

Vives en lo profundo de la ausencia

rodeado de las voces del silencio.

Eres la forma de mi cuerpo y mi sangre

un poco de mi llanto y mi alegría

la soledad oscura de la tierra,

el implacable amor, amor que me devora.

Oración de mi entraña

parcela de mi alma,

destinado a sentir lo que yo siento.