Defender Venezuela es defender un orden democrático global

Política

alt(San Juan, 9:00 a.m.) En el día de ayer fueron arrestados siete irregulares de origen venezolano, que habían cruzado la frontera de Colombia a Venezuela, para organizar actos terroristas en la hermana república bolivariana. Ya son 30 personas arrestadas, desde que el domingo 3 de mayo se inició la acción contrarrevolucionaria llamada plan Gedeón. Gedeón, guerrero en hebreo representa el último capítulo que en la lógica de Juan Guaidó y movimiento político para derrocar al gobierno legítimo de Nicolás Maduro, se ha impuesto sobre Venezuela.

No es posible hablar de todos los intentos fallidos, sobre cuatro al día de hoy, que las fuerzas dirigidas por Juan Guaidó han comandado en Venezuela en los pasados dos años. No obstante, en esta ocasión, en los eventos acaecidos en los pasados ocho días, yace un problema bastantes serio para la humanidad. El golpe de estado fallido en Venezuela ha creado la oportunidad para que compañías globales de mercenarios, a contrato, participen en procesos contrarrevolucionarios, a cambio de controlar la riqueza nacional de los recursos naturales (petróleo) y no solo por dinero.

Juan Guaidó, quien se autoproclamó presidente encargado de la transición de Venezuela, ha forzado un debate sobre el orden global que no se puede permitir.

Poner en juego los recursos de un país, su riqueza natural a cambio de promover un golpe de estado, es una fase del capitalismo que nos devuelve al Siglo 15, cuando la expansión del colonialismo europeo sobre la humanidad se hacía por empresas comerciales a cambio del control de parte de la tierra y la riqueza.

Tan inmoral y antidemocrático es Juan Guaidó, como la empresa Silver Corp USA que promovía el golpe de estado en Venezuela. Es momento de que el gobierno de Venezuela eleve esto ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas y por otro lado, se radique una querella formal ante la Corte Internacional de Derecho Penal contra los que promovieron el golpe de estado. Es momento de tomar acciones certeras contra los atentados a la democracia no tradicional en América Latina. Pensemos.