(San Juan, 10:00 a.m.) Celebro mi lengua materna en el dia de las madres, es mi otra madre. Con ella me enamoró, y me enamoran, doy amor, escribo versos. Mi lengua es también mi patria. La lengua es a los pueblos lo que la semilla es a la tierra, por ella somos, florecemos y nos nutrimos . Por eso hay que cuidarla, aterrarla, acrecentarla, para que crezca hermosa y fuerte, y nos vivifique .
Por la lengua sentimos y transmitimos el amor al prójimo , por la lengua llegamos la poesía, que es la más alta expresión del espíritu humano, Por la lengua llegamos al humor que nos sorprende con su risa y nos alegra la vida.
La lengua hace ver a los ciegos, porque la palabra es el retrato de una idea. Con la oración volamos a los cielos . Con las palabras podemos herir como un puñal ,o acariciar profundamente , el lenguaje nos cura, nos salva , nos sana o nos hunde. Pero sin lenguaje somos nada.
La lengua es la máxima señal de identidad de un país, el alma de los pueblos, no defenderla nos convertiría en desalmados .Y como no amarla sí es tan hermosa, así lo intuyó un niño en mi taller de poesía cuando escribió “ Yo amo mi lengua, mi lengua es buena y hermosa como mi madre’
La naturaleza también nos enseña a amar la lengua, Y mi padre Salvador Tió escribió "El hombre aprendió a hablar con el susurro del viento en los árboles, con el murmullo del agua del río, con el rumor de las olas del mar. Debe haber aprendido la r con todo lo que se arrastra en la selva; y la k con todo lo que cae, tronco, roca, peñasco
. Primero la imitó. Después la recreó. Las palabras con r dicen ruido; las palabras con k dicen caída, las palabras con l son de la luz que está en la estrella, el lucero y el sol. La a pregunta, con la o decimos el asombro; con la e lo que se pone en duda. Con la i la sonrisa; no se puede decir “sí” sin sonreír. Y la u es la letra del susto, del temor.”
Y termino con un verso mío "Una lengua que no se cuida es como un hijo que no se besa ".