La estadidad no es un caso de derechos civiles, atenta contra ellos , y otra excusa para saquear. La estadidad no es un caso de derechos civiles
Hay que partir de una premisa fundamental Puerto Rico (P.R). es un país, una nacionalidad culturalmente diferenciada, con lengua y cultura propia, no somos una minoría étnica en E.U. Ni somos mejores o peores que nadie. Pero los derechos civiles de un país consisten precisamente en defender nuestra substancia nacional, nuestra lengua, y lo que somos, puertorriqueños primero.
En este caso la estadidad nos privaría de ese derecho, de esa libertad , de ser un país, de ser lo que somos. La lucha justa y digna de los derechos civiles de los negros, en la que nos solidarizamos siempre , no es compatible con la colonia perpetua de la estadidad para P.R., ni de un territorio incorporado, que equivale a lo peor de dos mundos , pagar contribuciones federales sin representación y la otra pagar contribuciones federales cuando no podemos ni con las nuestra La estadidad nos quita la libertad de ser lo que somos , porque dejamos de ser un país . Y no hay dignidad en ello. equivaldría a a un genocidio cultural , eso es contrario a los derechos civiles de cualquier país.
No se descoloniza a un pueblo dejando de ser un país a nombre de una falsa igualdad que nos desigualaría con nosotros mismos, ni pagando contribuciones federales cuando no podemos ni con las nuestras. No se descoloniza a un pueblo suplantándoles la lengua , que es el oro de nuestra cultura, que hablan 500 millones de hispanoamericanos en varios continentes .
Por lo tanto la estadidad atenta contra los derechos civiles de un país, no lo fortalece, los debilita, al dejar de ser un país, para convertirnos en una minoría étnica en E.U., nada mas colonizado que eso. Y más cuando tampoco se la van a dar a un país quebrado, otro engaño y excusa para saquear y tratar de imponer a las malas el territorio incorporado, que es pagar contribuciones sin representación . La ruta de la corrupción, indignidad, hay que decir no al status falso de la corrupción, apadrinado por la estadidad.