Editorial: Trump debe de renunciar [inmediatamente] y Puerto Rico debe declarar su independencia [unilateral]

Política

altEl asesinato de George Floyd en Minneapolis a mano de cuatro policías blancos, es simplemente repudiable, Los eventos de protesta, represión, destrucción y muerte que hoy se manifiestan en 25 ciudades de los EE.UU., todas ellas custodiadas en este momento por efectivos de la Guardia Nacional de dichos estados, y bajo estados de toque de queda, con arrestos masivos en algunas ciudades, merece ser repudiado totalmente.

Estamos por la paz, pero no podemos tolerar que no haya paz para el hombre y la mujer negros, afro-americanos, para quien el destino de vida en su país, antes y después de la Guerra Civil de 1861-65, sigue siendo ser condenado a la muerte.

George Floyd fue simplemente el último capítulo visible de esta crisis endémica en la cual ser negro constituye hoy vivir bajo la sospecha de ser un "criminal" ante los ojos del hombre y la mujer blancos. Ser negro es un pasaporte para que las autoridades blancas tomen la justicia en sus manos, mientras la cultura blanca hegemónica lo puede a usted asesinar o desprestigiar. Ser negro en los EE.UU. es vivir bajo la sospecha de que los problemas y la muerte lo persiguen a usted.

Pero hoy, esa cultura de exclusión sistemática y de brutalidad continua, ganó un interlocutor en la voz del presidente de los EE.UU., Donald Trump. Este estableció la base de su campaña política desde el verano del 2015, basada en la xenofobia, en el discrimen abierto y manifiesto, y en el desprecio a los seres humanos que no pensaran como él. No es posible hoy documentar todo el atraso que a la cultura de la pluralidad y diferencia, Trump le ha impuesto en los EE.UU. No es posible. Lo que si hoy podemos concluir, luego de los eventos de esta semana, es que Donald Trump no está apto para terminar su mandato como presidente y de una forma u otra debe ser inmediatamente revocado. Trump debe renunciar, y de no hacerlo debe ser removido.

Mientras en el territorio colonial de Puerto Rico, el silencio de los sectores de gobierno, como la inmensa mayoría de los partidos políticos, y de vastos sectores de la sociedad civil, simplemente, da miedo. Nos provocan pavor. Esto incluye a la prensa corporativa y sistemas mediáticos de la isla, quienes más allá de reproducir información originada en los EE.UU. no han hecho nada por intentar contribuir de una forma más interactiva con lo que sucede en los EE.UU.

La crisis que ha provocado la pandemia del Covid-19 y ahora el racismo en los EE.UU.. simplemente ha demostrado la falta de interés que gobernantes y pueblo tienen en Puerto Rico por los EE.UU. Se trata simplemente de una relación útil, basada en la transferencia de los fondos federales, pero en nada solidaria ni de verdaderos ciudadanos americanos. Es una relación de oportunistas. No nos olvidaremos jamás, que con 800 respiradores disponibles y nunca utilizados, Puerto Rico nunca ofreció prestar los mismos en la ciudad de Nueva York donde el virus Covid-19 pegó más fuerte, siendo esta ciudad el principal bastión boricua en los EE.UU.

Por lo tanto, es momento de reconocer que la relación oportunista del pueblo y gobierno boricua, también tiene un "encanto". Está basada en que los problemas que sufre el pueblo americano, no son nuestros problemas. Son de ellos, y que en la crisis del Covid-19, como ahora en la crisis provocada por el racismo, Puerto Rico tiene problemas y soluciones distintas. El racismo no se manifiesta de forma similar en Puerto Rico como en los EE.UU.; ni Puerto Rico tuvo la crisis del Covid-19 como la tuvo los EE.UU. La isla tiene otros problemas, y también tiene otras soluciones.

Por lo que, estamos ante la coyuntura que la colonial territorial de Puerto Rico puede tomar su propia senda y no depender de la metrópoli, a la cual utilizamos de forma oportunista, y de la cual más allá de los fondos federales que nos transfieren, los cuales no nos provoca ningún sentido de afecto y sentimiento de solidaridad y hermandad para con ellos.

Es momento de ver terminada la presidencia de Donald Trump, por su renuncia voluntaria; también es momento de ver que Puerto Rico declare su independencia [unilateral] de los EE.UU. y continúe su destino. Es momento, por el bien de todas y todos, de movernos hacia la libertad e independencia .

El Post Antillano