Recojo libros apolillados, lagartijos disecados

Caribe Imaginado

altLa fauna y el alma del pensamiento y su flor.

Miro a mis vecinos

y no puedo entender la magnitud de su pequeñez de luz y desenfreno.

El árbol que enfría mi cuarto

es un rejón de aves, cantos y reflexiones.

Por las tortuosas esquinas de mi casa

avanzan conjeturas de tela, desenterramientos de abrazos,

cumbres de almohadas, luciérnagas de carbón y entierros.

Hay una luz de papel y tierra, un riñón de piedra que me espera.