Parejer@s

Justicia Social

alt“Cuando te digan que eres un negro parejero, es porqué estas bien.” Pingolo

Me gustaría hablar de béisbol, créanme, de los Dodgers, que mejor que eso. Pero la realidad es más terca que una pared de cemento armado, con estructura de varillas de dos pulgadas. No podemos escapar a lo que pasa en nuestro entorno, aunque quisiéramos; hacerlo sería traicionar nuestro ser.

Viví, ocho minutos, con treinta y dos segundos intensos…… muy intensos, en el que un ser humano, utilizando su cuerpo, la rodillas, asesinaba a otro ser humano, clavándolas en el cuello, de un cuerpo, restringido, esposado y en el piso. Olvidé decir que el cuerpo en el piso, pertenecía a un ser humano negro y los cuatro asesinos torturadores eran hombres blancos. En vivo y a todo color, grabado, con el beneplácito de todos, representantes del Estado, de “ la ley y el orden”.¿ Que Estado y que ley y que orden? Sería la pregunta a hacerse…… George Floyd, moría por asfixia y se levantaría, un revuelo universal… Son otros tiempos.

Mientras esa pregunta me atormentaba. Vi pasar en “ super slow motion “, mi vida entera, alegrías, penas, fracasos, triunfos, persecuciones, negaciones, afirmaciones. Prevaleció el nivel de conciencia, la educación hogareña anti racista, de aquí, la cita que encabeza estas notas… Pingolo era mi padre, pero no se turben, en su quinto grado, de “alta escuela”, habitaba un filósofo. Decía, gallero al fin, que quería, “espuelearnos”, para que pudiéramos enfrentarnos a la vida. Como se lo agradezco.

En las siete, acepciones que tiene el “ mata burro” ( diccionario) define así, parejero. Las primeras tres, se refieren a animales. La 4ta vanidoso, presumido, la 5ta confianzudo, la 6ta niño que trata de comportarse como si tuviera más edad y la7ma:, Anda con personas calificadas, para que se le considere igual a él. ¿ Han oído hablar alguna vez de un “ blanco parejero”? No. Ni nunca lo oirás. Si, has oído muchas veces hasta el cansancio, “ negro parejero”, o ‘acomplejao’, de esta última, nos ocuparemos en otra ocasión.

El racista, “ el dominador”, el que pretende ser hegemónico, tiene por objetivo, degradar, minimizar, intimidar, animalizar, demonizar, empequeñecer, bajar la auto estima, de quien cree es su “ víctima”, el otro, el negr@. Aquí no hay víctimas señores y haremos lo indecible por erradicar de las mentes y los corazones de los nuestros, esa visión, que en nada ayuda. Que sucede cuando tienen que enfrentarse a hombres y mujeres negr@s, que han asimilado el valor y la grandeza del cimarronaje y la resistencia. De gente digna, orgullosos de su ser, de su color y de su origen, respetuosos de sus ancestros. Seres que celebran y se gozan su negritud en todo su esplendor, todos los días. Es ahí que se le entorcha el rabo a la puerca y viene el epíteto ofensivo, la frase degradante, el insulto, el parejero. Es típico del racista asociar, al negro con animales, regularmente provenientes del continente africano. El “ mulato”, viene de mula, y de refilón, nos encajan lo improductivo. En EE.UU., llamarle “boy” a un hombre, hecho y derecho es una costumbre, es el equivalente del “negrito” acá, que solo permitimos a los más cercanos e iguales. La mezquindad llega al grado de tratar de despojarnos, de toda virtud, capacidad, creatividad e inteligencia. No somos calificados, por lo que tenemos que asociarnos con otros, para tener valía. ¡Qué lejos están de la realidad! Dejaremos que floten en ese viaje sin regreso.

Somos parejeros porqué amamos intensamente la vida, así nos los ha enseñado nuestras duras y difíciles vivencias históricas. Somos parejeros porqué tenemos amor a raudales para dar, comprensión para superar la adversidad, y solidaridad para ofrecer, aun a los inhumanos abusadores del poder. Ahí está el ejemplo glorioso de nuestro gran Nelson Mandela. Somos parejeros, porqué no dejaremos que nadie nos defina, lo que es justicia, igualdad y libertad. Creemos en el principio universal, del respeto a la dignidad de todo hombre/ mujer, sea quien sea, como sea y de donde sea. Somos parejeros porque no queremos ni permitiremos que nos defina el otro que nos oprime y nos veja. No aceptamos un sistema estructurado y diseñado, para oprimir, degradar, invisibilizar, explotar e impedir el desarrollo de otros seres humanos, llegando al punto del asesinato vil e impune, estos han sido los más. La transformación profunda de un sistema que ha demostrado su incapacidad para servir, no solo a los negros, a toda la inmensa mayoría de sus ciudadanos, trabajadores, pobres, emigrantes, del color que sean, es una vergüenza. Que el 1% de la población, domine el 38% de las riquezas, esa es la raíz profunda de la enfermedad. No es permisible un nuevo ciclo de violencia, que traiga reformas anémicas, supuestos cambios, con la intención de que nada cambie. Eso allá.

Acá, en la colonia, debemos recordar verdades históricas, que nos definen, el anterior poder metro político, el primer colono invasor, España, fue un régimen brutal, abusivo, explotador y torturador. Que se distinguió por la arbitrariedad, el autoritarismo, la explotación y exterminación de nuestros indios y el crimen brutal contra la población negra, esclavizada, arrancada a la fuerza de continente africano. Que llevó al padre de la patria, el prietuzco, Don Ramón E. Betances a gritar “ No quiero colonia, ni con España, ni con Estados Unidos, que hacen los puertorriqueños que no se revelan”.

Pensemos, no serán, esas vivencias históricas, el no haber vivido ni un instante de libertad, la que nos empuja a dejar pasar o peor aún, el ser hipócritas ante el racismo, el ocultarlo, y a veces negarlo.

Reflexionemos, que tipo de país queremos para las futuras generaciones, un país donde mande otro, o uno donde tomemos nuestras propias decisiones. Un país de relaciones armónicas y justas, donde no halla espacio para el racismo y la explotación del hombre por el otro hombre. ¿ Cuál sociedad queremos? El que pretende triunfar se prepara para la lucha.

¡QUE VIVAN LOS NEGR@S [AUTO DEFINIDOS] PAREJEROS!