[Derogar los Casos Insulares por] La dignidad del puertorriqueño

Justicia Social

alt(San Juan, 9:00 a.m.) Del 1901 al 1922 se decidió por el Tribunal Supremo de Estados Unidos lo que se conoce como los 23 Casos Insulares. Esos casos establecieron lo que sería la política pública del colonizador sobre las posesiones obtenidas como resultado de la Guerra Hispano-Americana del 1898. Estados Unidos ya era una potencia mundial, un imperio, pero sin colonias. Como reacción a un artículo que publiqué recientemente sobre el primer caso insular en el que abogaba por la eliminación de los Casos Insulares, varios ilustres abogados han argumentado en contra de mi propuesta. Su argumento establece que si se eliminan los Casos Insulares revertimos a territorio que luego sería incorporado y nos otorgarían la estadidad. Ese argumento es incorrecto. Cuando Estados Unidos se iba extendiendo hacia el oeste tomaba grandes extensiones de terreno pero los designaba como territorios o les daba la independencia. Muchos de esos territorios tardaron hasta el siglo 20 antes de ingresar como estados. Si se declarara que los Casos Insulares son inconstitucionales sería un gran logro por parte de la colonia de Puerto Rico que lleva 122 años como la colonia más antigua del planeta. Es la colonia más antigua y de mayor población y el dueño es el país supuestamente más democrático del planeta-- algo que muchos dudan.

Pero hay otros argumentos hasta más poderosos para intentar eliminar los Casos Insulares. La solución del estatus político no es de simple realización por los propios colonizados, tiene muchas vertientes. Es muy fácil para el colonizador resolver nuestro estatus colonial si así lo decidiera. Aunque muchos políticos en Puerto Rico afirman que la decisión del estatus colonial es un asunto político, no es menos cierto que fue el Poder Judicial, la Corte Suprema de Estados Unidos, la que adoptó el concepto de territorio-no incorporado en el primer caso insular e indicó, “Que Puerto Rico pertenece a, pero no es parte de Estados Unidos”. Indicó además, que nosotros éramos unos extranjeros, no educados, de otro origen, no anglosajón, que hablábamos otro idioma por lo que no se nos podía otorgar en toda su extensión la Constitución de esa gran república democrática. Desde el primer caso insular Downes v Bidwell--- ha prevalecido en la colonia de Puerto Rico el discrimen y racismo que ha explotado hace dos semanas en todo Estados Unidos y en varios países del mundo en solidaridad con los afroamericanos (eufemismo hipócrita para negro) de Norteamérica.

Si se eliminan los Casos Insulares por ser inconstitucionales ello sería un triunfo extraordinario para el territorio no-incorporado de Puerto Rico. Entonces solo queda que nos otorguen la estadidad o nos den la libertad. Es entonces cuando tendremos que luchar con el Congreso para que nos permitan ejercer nuestro derecho a tener soberanía como estado, nación libre asociada o independencia. El Congreso bajo la Sección 9 del Tratado de París aún conserva la autoridad política de su principal colonia.

Sin embargo, el argumento más fuerte para eliminar los Casos Insulares es para preservar la dignidad de todos los puertorriqueños. La Constitución de Puerto Rico indica que la dignidad de los puertorriqueños es inviolable y los Casos Insulares mancillan la dignidad de todos los puertorriqueños. Las tres tribus políticas de Puerto Rico son cómplices al jugarle el juego a los americanos y obstaculizarnos los unos a los otros. Si no comenzamos, permaneceremos como una colonia por los próximos 500 años.

En el plebiscito sobre estadidad Sí o No, los del no, PPD y PIP obtendrán 55% y el PNP 45% y seguiremos como colonia. Hay estudios genéticos que afirman que la pasividad política está en los genes.