Adiós al historiador de la Habana [del Caribe] Eusebio Leal

Cultura

El pasado viernes, 31 de julio de 2020 murió el historiador de la ciudad de la Habana, Eusebio Leal Spengler (nació el 11 de septiembre de 1942). Uno de los personajes históricos, postrevolución cubana de 1959, más reconocido en su país, en el Caribe y a nivel mundial, por haber documentado de forma sistemática, la reconstrucción de la ciudad de la Habana.  Curador de la historia nacional, delicado artesano del recuerdo, Eusebio Leal se ganó un sitial en la historia por algo tan sencillo:  le gustaba contar historias.

Fue autodidacta hasta una parte de su vida, cuando consiguió trabajo en el ayuntamiento/municipio de la ciudad de la Habana. Ahí entró en la división de preservación histórica y el resto es la historia.  Concursó para entrar en la Universidad de la Habana, mediando su titulo de escuela superior de forma independiente. Fue admitido e hizo una licenciatura en historia. Luego estudió dos grados de maestría en la misma universidad, y luego hizo su doctorado en dicha universidad en historia.  A su muerte tenía varios títulos y reconocimientos internacionales, de los cuales por lo menos tres son doctorados honoris causa.

Desde el 1981 se le había encomiado la interesante tarea de remodelar y preservar el casco viejo de la ciudad de la Habana. Esa encomienda la hizo con esmero, y le confirió múltiples reconocimientos y distinciones a nivel internacional y nacional.  Entre otras, posee la Orden Juan Marinello, así como la Medalla de Alfabetización, ambas otorgadas por el gobierno de Cuba.

En el 1982, a la raíz del trabajo arduo y el empeño de Eusebio Leal, la organización cultural y de ciencias de las Naciones Unidas, la UNESCO, le confirió a la ciudad de la Habana la categoría de Patrimonio de la Humanidad.  La Habana vieja, parcialmente reconstruida, parcialmente aún en deterioro, es uno de los puntos turísticos de mayor atractivo en Cuba. En parte esto se le debe a la tenacidad de Leal y al apoyo que recibiera del gobierno cubano para realizarlo.

En una nota personal, fue conocido de mi padre, Emiliano, quien en algún momento de una visita a Cuba, se lo encontró.  Mi padre, también cubano, solo me hizo un comentario, “al historiador Eusebio, le gusta contar historias”.  Que en paz repose hoy.