El robo electoral de 1932, 1980 y 2020 [y van a seguir robando los republicanos-PR]

Cultura

(San Juan, 10:00 a.m.)  Repasemos la memoria histórica, cuando allá por la década del treinta, se compraba por un par de zapatos, el voto a nuestros jíbaros, aprovechándose de su extrema pobreza, entonces también los encerraban en establos hasta que se terminaban las votaciones. Era la época de los republicanos. Pero había otro fraude electoral más sofisticado. Y era que solo podían votar las personas que supieran leer y escribir, o sea el votante tenía que escribir su nombre para poder votar. Ese desprecio a la democracia y formas de fraude electoral, de parte del Partido Republicano lo sigue su heredero político, hoy Partido Nuevo Progresista. El no poder escribir su nombre, (entonces no se hacía una cruz) eliminaba la masa del pueblo que seguía a Luis Muñoz Marín con su prédica de justicia social.

Contaba Felisa Rincón que la ley electoral de entonces requería que tenían las mujeres y hombres votantes que llenar por ellos mismas los formularios. O sea la ley tenía su trampa, el que no supiera escribir su nombre, no podría votar.

Llegado el día de las elecciones del 1932 Felisa fue a votar emocionada, consiente de la importancia de ese día y quien abre la caseta de votaciones fue la feminista Ana Roqué Duprey, defensora y propulsora del voto de la mujer y al ver a Felisa se le acerca y le dice “ahora puedo morir”

Pero las elecciones del 1932 se complicaron con la Coalición, que consistía en la alianza entre el Partido Republicano y el Partido Socialista; porque se dio a nivel isla la bochornosa compra del voto a los jíbaros por dos dólares. “Vergüenza contra dinero” no fue solo una frase que repetía Luis Muñoz Marín, fue un alertar y agitar conciencia. Sin embargo está práctica indigna con la intención de derrotar al Partido Liberal, no evitó que Muñoz Marín, por el cual los jíbaros sentían confianza y apreció, unido a la ventaja, de ser hijo de Luis Muñoz Rivera, a quien el pueblo veneraba, resultara electo.

Fue fundamental también para llegar a la legislatura en medio de esa trampa electoral la impresionante y cautivante predica de Luis Muñoz Marín de justicia social por todos los campos del país.

Sin embargo el Partido Liberal ante la práctica excluyente y discriminatoria de negarle el derecho votar, al que no pudiera firmar su nombre; y ante la vergonzosa venta del voto, ocasionó la derrota del Partido Liberal en esas elecciones

El Partido Liberal ganó más votos que ningún otro partido por separado, pero la unión de los otros dos partidos unidos, los derrotó. Esa experiencia de la compra venta del voto ofendió moralmente a Felisa, que le da la razón a Muñoz de su prédica al retraimiento electoral. Entendía Muñoz que la ley electoral hacía imposible ganar las elecciones. La gran mayoría que seguía la prédica el Partido Popular eran jíbaros que no habían asistido a la escuela y no sabían leer ni escribir.

Luis Muñoz Marín (San Juan, 1898-1980) a su regreso a Puerto Rico por su verbo se había convertido inmediatamente en un gran líder y se creó entre él y Felisa una amistad solidaria, al compartir una visión común, y una prédica poderosa en pro de la justicia social

Se Funda el Partido Popular y Felisa se habían insertado en la vida política como líder y una gran organizadora. Formó parte de una generación heredera del Partido Liberal, que también predicaron la afirmación puertorriqueña y la justicia social.

Hoy sabemos que el Partido Nuevo Progresista le robó al país las elecciones del 1980.  Ahora se roban entre ellos mismos, las primarias del 2020. ¿y van a seguir?