Mi vida profesional, al igual que la de muchos boricuas, ha sido un proceso de constante re-invención.
Comencé como psicólogo del Programa Head Start del Municipio de San Juan, del sector de Cantera. De ahí pase al Departamento de Instrucción como psicólogo del Programa de Orientación contra la Adicción en Aguadilla.
Regreso a San Juan y me incorporo a la “Administración de Acción Juvenil” una nueva agencia dirigida a la juventud puertorriqueña. Que glorioso Taller de Trabajo tuvimos: desde Oscar Dávila Suliveres hasta Gloria “Picci” Alonso, Juan Evangelista Rosario, Isabel Rodríguez Juarbe, Yvette “Tiruliru” del Valle, Elena “Nenachica” Bosch, Claudio Medina, Pedro Tirado, Enid Cabrera, mi colaboradora que me robo Rubén Pagan para su Taller y tantos otros nombres más. Como toda agencia del gobierno, al cambio de administración termine y entonces me dio por abrir “El Café de San Juan” en la Calle de la Cruz del Viejo San Juan. Uno de mis clientes era Director de Recursos Humanos del Caribe Hilton y me invita a unirme a ellos. Cuando me jarte del restaurante, acepte su propuesta y aterricé en La Concha, Condado Beach, Centro de Convenciones Trio. Ahí conocí el mundo hotelero y aprendí el arte de la negociación obrero patronal con los destacados líderes obreros y amigos Jorge Farinacci y Norman Pietri Castellón. Tanto me gusto la hotelería que cuando me ofrecieron trabajar en Recursos Humanos de El Hotel San Juan y Casino, no lo pensé dos veces. Ahí estuve por más de 20 años dedicado al bienestar de mi gran familia hotelera. Pero me llego el momento del retiro y acabe en casa, aburrido sin nada que hacer. ALABANZAS, llego a mi vida El Post Antillano y ese ser maravilloso que es Daniel Nina. Me sedujo la idea de desarrollar la sección Zona Ambiente, dedicada a nuestra comunidad LGBTQIA+ y desde entonces me he reinventado: ahora soy un columnista!!! Solo me queda agradecer a la flor y nata de nuestros escritores quienes han aceptado ser mis Cómplices.