The Hangman o la película que se repite y se repite y se repite

Cine caribe

Como no hay cine, lo que hay es películas por televisión pagada. Unas mejores que otras. Unas más provocadoras que otras.  The Hangman (Dir. Johnny Martin, EE.UU., 2017) es de ese tipo de película que uno no iría a ver de ordinario. Aparentemente todo el mundo coincidió en ese detalla, ¿por qué verla? Bueno porque tiene como primerísimo actor a Al Pacino (detective Ray Acher), y uno piensa desde los días de Serpico (Dir. Sidney Lumet, EE.UU., 1973) que todo lo que haga Al Pacino es bueno.  Pues no es cierto.

The Hangman es una película dirigida por Martin, quien realmente es un “extra” en Hollywood que normalmente hace papeles de dobles (el que se tira por el avión para dar un ejemplo, en sustitución del actor), y que de vez en cuando hace una película. En esta ocasión hizo The Hangman, la cual es de muy bajo presupuesto, y recaudó muy poco dinero (a penas sobre $315 mil dólares). Un fracaso.

Pero una la va a ver por ver a Pacino, quien sabe ser detective (ha hecho el mismo rol en 11 películas), y que una vez más intenta encontrar a un asesino en serie.  Ya retirado Pacino, su excolega en homicidios, detective Will Ruiney (Karl Urban) lo invita a resolver los crímenes.

El resto es, como todos han dicho, previsible.  Es una película del montón con actuaciones todas del montón. Ni Al Pacino se salva. 

La ve a su propio riesgo. Es entretenimiento, de pobre calidad.