(San Juan, 10:00 a.m.) Es curioso, pero en Puerto Rico, en el territorio y enclave colonial, es siempre el lugar donde último se enteran de lo que está ocurriendo en los EE.UU. Es Curioso, pues nadie se ha dado cuenta que en dicho país, la metrópoli o gobierno colonizador de Washington, se está fraguando una guerra civil, la cual no se detiene. Guerra civil que es alimentada a veces por las posturas y comentarios del presidente Donald Trump, pero que es mas el producto de siglos de desigualdad entre las poblaciones blancas y negras.
Desde esta mirada el evento del domingo pasado en el cual Jacob Blake fue herido en siete ocasiones por un policia, en el poblado de Kenosha, Wisconsin. Blake un afro americano, el policía que disparo un hombre blanco. La revuelta que origino en Minneapolis con el asesinato de George Floyd el pasado 25 de mayo de 2020, no ha terminado, y los disturbios y protestas continúan en varias ciudades, mientras en dicho país no hay calma.
La situación en Kenosha ha escalado y en la noche de ayer dos personas que protestaban fueron asesinadas. No se sabe a manos de quién, aunque todo indica que se trata de facciones de hombres/milicias blancas protegiendo los negocios que están siendo vandalizados en las protestas. Esto es similar a otros incidentes en Los Ángeles, Chicago, Portland, y Washington DC.
Como termina el capitulo en los EE.UU., nadie sabe. Lo cierto es que en Puerto Rico no se han enterado, y todo indica que desde Kenosha hasta Portland, la gente pide, se expresa, y lo plasma en los grafitis callejeros, “Yankee go home”. Es curioso, pero nadie ha hecho en vinculo en Puerto Rico: el colonialismo es una forma de racismo. Pensemos.