(San Juan. 10:00 a.m.) Cuando Carlos Días Olivo sugiere que hay una conspiración detrás de la campana de desacreditación a Alexandra Lúgaro del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), yo me preocupo. Me parece que en un periodismo comprometido con el mejor postor, las palabras de Días Olivo, el responsable de un proceso legal injusto e inmerecido contra Urayoan Walker y Carlos Severino por el llamado escandalo de las becas presidenciales de la UPR, tienen que ser tomadas con sospecha. La pregunta de rigor es ¿para quién trabaja Alexandra Lúgaro?
En ese contexto entra el Sindicato Puertorriqueno de los Trabajadores, que dirige Roberto Pagán. Sindicato, como todos, lucha por la cuota de sus unionados para garantizar una calidad de trabajo en las unidades laborales y un bienestar económico para estos y el cuerpo gerencial que es subvencionado por la propia unión. Entonces, bajo esto, resulta que el SPT, lleva casi dos décadas bajo la presidencia de Roberto Pagan (algo así como los alcaldes de Caguas, Bayamón, Fajardo, y Canóvanas), e incursionan en la película como un PAC criollo (Political Action Committee).
En la historia del SPT, mientras le convino su relación con el Sindicato 1199 dirigido por el boricua Dennis Rivera, la alianza natural fue con el Partido Popular Democrático. No está clara la información, pero en diferencias con Carmen Yulín Cruz, ojo y no con Sila M Calderon ni Aníbal Acevedo Vilá, el SPT dejó de tener fuerza y control en el PPD. De ahí su nueva y oportuna migración. Todo indica, sobre todo por su intervención en las primarias anti-Wanda, es que lo que ellos buscan es la colonia estable y contratos de sindicatos único en las unidades laborales. Es decir, cuotas. ¿Se lo garantiza hoy el MVC?
Pero uno se pregunta, ¿para qué un sindicato endosa y apuesta a un partido político, que no resuelve el estatus político, y menos otros asuntos que no sean meramente “administrar bien la colonia”? Ese es un proyecto, que contrario a lo que nos ilustra Carlos Días Olivo si tiene un fin político: mantener estable el territorio colonial de Puerto Rico, sin los agresivos estadistas y sin la verticalidad del independentismo.
Es cómico pues el SPT, como tantos otros dentro del MVC se promulgan independentistas. De lo cual Diaz Olivo no habla en sus alocuciones públicas. Pero es curioso que al no hablarlo, invisibilizan dicha opción, y solo promueven la administración del territorio colonial como opción política. Terrible.
Según una fuente consultada, de entero crédito y la cual suple información a este medio desde el verano del 2019, siendo consistente en la fuente y el contenido, la inteligencia militar/política de los EE.UU. ve en la relación MVC, Lúgaro y el SPT un buen aliado para mantener la estabilidad colonial. Lo interesante, es que si Roberto Pagan, el SPT y los independentistas que acudieron al llamado del MVC apoyaran al Partido Independentista Puertorriqueno (PIP), o a los movimientos independentistas como el Movimiento Ñin Negrón, entre otros, hoy todo el mundo hablaría de la independencia como una opción real para Puerto Rico. Hasta Carlos Días Olivo tendría que hacerlo. Pensemos.