(San Juan, 1:00 p.m.) Hoy se recuerda al astro del beisbol boricua, Roberto Clemente Walker. Un hombre bueno, de Carolina, Puerto Rico, que hizo todo por el bien de la humanidad. Desde jugar bien al beisbol, hasta ser solidario. Pero el Clemente del cual yo me acuerdo, es un hombre afrodescendiente boricua, con dos apellidos tradicionalmente de hacendado esclavista: Clemente y Walker.
Pero de eso hoy no hablan los Piratas del Pittsburg. De eso hablamos nosotros aquí en las “islas” de donde venimos todos, incluyendo Roberto, y sus ancestros Clemente y Walker. Ese detalle, de invisibilizar su Afrodescendencia es un asunto que por decir lo mínimo me parece curioso. Muy curioso.
En este sentido, homenaje por homenaje, critica por critica, continuamente se invisibiliza este asunto de las relaciones raciales, en un mundo profesional que en el momento de su grandeza, nadie habló de como le iba a nuestro querido Roberto Clemente. De eso no se habla, pues altera el balance de las cosas.
En fin, que hoy honramos, como todos los boricuas a la memoria de uno de los mas grandes. Memoria y recuerdos de una vida que se dio enteramente por los otros. Dicho esto, lo debemos de honrar para garantizar que siga habiendo justicia social para todas las personas, indistintamente de su color de piel o raza. Eso es honrar a Roberto Clemente Walker. ¡Aché para nuestros mayores! Pensemos.