Hoy es 23 de Abril de 2020
Un día más de la victoria celebrada
Por la Peste Coronavirus – Covid19
Que, como un Dios maldito de las guerras
Se lleva a los ciudadanos a su santa gloria
Muertos llenos de pena.
Bellamente, le digo a mi esposa:
-Saca la bota María que me voy a emborrachar
Pues es Fiesta de nuestra Comunidad Castilla y León
Una fiesta grande y elevada, como todas
Sobre cadáveres y muertos en combates o batallas.
En esta, la de los Comuneros de Castilla
Que alzaban o levantaban pendones por Juana la Loca
Pellejo de persona fea, vieja y averiada
Especialmente enamorada, a lo loco
De Felipe “el Hermoso”, un maricón por excelencia
Pues llevaba una cinta como corbata
Con una joya en cada uno de los cabos
Frente a los seguidores de Carlos I de España
Y V de Alemania
Un rey de pendón y caldera
Que alzaba bandera propia
Y sostenía a su mesnada.
Este combate, que infundía miedo
Final y último entre los dos bandos
Sucedió en la Campa de Villalar, en Valladolid
Y nadie cuerdo podría estar o hallarse a gusto
En el pellejo de uno de los comuneros
En sus circunstancias, pues ellos se enfrentaban
Vestidos con pellicos de pieles finas y adobadas
Cual zamarros, quien con hoces, quien con palas
Montados en burros o cabras
A un ejército muy satisfecho y engreído
Que venía vestido con traje de gala
Montado en caballos mayores y muy eficaces
Con los que les hizo a los Comuneros
Besar el barro.
Después, la victoria de Carlos I de España
Fue celebrada en carpas montadas
En la campa de Las Huelgas
Al Sur de Burgos, muy cercana a su Monasterio
Al Hospital de los Peregrinos y a la ermita de san Amaro.
Allí, en ese gran banquete
Las huestes del Rey, y él mismo
No cabían en su pellejo por la alegría de la Victoria.
Antes de comenzar a comer “a lo Burro “
Y ser bendecidos los alimentos
Por el Abad del monasterio de san Pedro de Cardeña
El Rey, pellizcando entre los dedos
Una pequeña porción de la piel en el cuello del Abad
Hasta causarle dolor o molestia
Se dirigió a sus huestes:
-Togas, mitras, coronas, charreteras, galones, fajas
Todos, todos incluso vosotros
Caterva de gente de la plebe
Que, en Rebuznos, nos ensalza
Con alegría os anuncio el Menú a degustar:
¡Cuánto valéis¡ Esta Victoria mía es tan solo vuestra.
No busquéis la Gloria en las estrellas
Ni junto al Sol
Buscadla por las plazas y las calles
Por las ciudades, villas y aldeas
En cada ser que vive está el Rey, vuestro Señor.
El Rey calló, y:
¡Viva el Rey¡ ¡Viva el Rey¡ ¡Muerte al Comunero¡
Gritaban todos.
Alzando su cuello con gran garbo
El Rey continuó diciendo:
De primer plato comeremos “Cabecilla de Comunero”
De segundo plato: Huevos fritos de gallinas del Monasterio
De san Pedro de Cardeña
Junto con chuletas adobadas
Sacadas de los cerdos del mismo Monasterio.
Los vinos serán de Peñafiel, Roa
Fuentecén y Moradillo,
El postre será Tarta de Hojaldre segoviana.
Que rabien, rabien los orgullosos y engreídos
Comuneros de Castilla.
Cuentan las crónicas
Un historiador y yo lo creemos
Que el Rey chupó y requetechupeteó las calaveras
De Juan Bravo, Padilla y Maldonado
Disfrutando mucho más con sus lenguas y ojos
E imitando, al comer, el gruñido de los Cerdos.
Fue grande la fiesta
Y más clamoroso el baile y folleteo de después
Que retumbaba en los valles
En los cerros, cuadras
Calles y corrales.
Lo que hacía, en verdad
Que estos ecos Rebuznantes nos trajeran este decir:
-De batallas, de desgracias
De muertes y asesinatos
Son las victorias y los cetros.
Burgos, ciudad traidora a los Comuneros
Y muy agradecida al Rey desde tejas abajo
Erigió en su honor el Arco de Santamaría
Que da a la Catedral
Y está situado a mitad del Paseo del Espolón
Frente a un puente que nos lleva a la Plaza de Vega
Estrella de marear de varias direcciones.
-El Rey vive, dicen los Comuneros
Que se salvaron por los pelos.
A ver qué puede hacer este Coronavirus
Que nos azota
Cual pluma mayor del ave
Ora de las alas
Ora de la cola
Que le sirven para dirigir el vuelo.