Viajo, oigo, me inquieto

Creativo

y me rasco el temperamento de la muerte.

La política y las pruebas moleculares

me hacen cincelar, romper la cortina de tu mirada.

Esa que ya no siento en el Aquiles de mi talón de pomarrosas. 

La promesa rota ha cumplido con su ardid de azul celeste.

Miro y te miro, pero solo hay cadáveres, crayolas y almohadas