Tras su victoria del sábado Berlanga hizo varios pushups en el ring, acto que fue visto como estrambótico a los fans de boxeo que vieron la pelea. Explicó que los hizo como castigo por no seguir el plan de su esquina. Como quiera ganó por la vía del sueño.
Por el camino que va, podría alcanzar al ya difunto Ali Raymi, púgil que fulminó a sus primeros 19 contrincantes el primer asalto, estableciendo un récord.
Pero su carrera no se debe tratar de alcanzar ningún récord si quiere tener éxito verdadero como boxeador. Sentenció Berlanga que su sueño es boxear en Madison Square Garden y atraer a un dron de puertorriqueños para verlo defender un título mundial.
Ojalá que ese momento llegue, pero este joven guerrero no ha sido probado todavía. Ya le llegará el día en que tenga que seguir el plan de su esquina, y tenga que asimilar una buena combinación. Como decía Mike Tyson, quien ganó 12 de sus primeras 20 peleas en el mismo primer round: todo boxeador tiene un plan de pelea cuando se monta en el ring hasta que le meten un buen golpe en la cara. Es cuestión de pausar y acoplarse a la situación para seguir el plan ganador. Ese día le llegará a Berlanga.