Se impone el MAS en Bolivia [pese a amenaza de nuevo golpe de estado]

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Es indescartable todavía la posibilidad de que la casta militar de Bolivia efectúe un golpe de Estado para evitar que Luis Arce. del Movimiento al Socialismo (MAS), advenga al poder tras su triunfo en las elecciones de ayer domingo en el país sudamericano.

Una encuesta a boca de urna realizada por la encuestadora Ciesmori y dada a conocer a través de la emisora televisiva Unitel indica que Arce habría ganado las elecciones presidenciales de Bolivia en primera vuelta con aproximadamente el 52,4% de los votos.

De acuerdo con la encuesta, que se reveló en horas de la medianoche, hora de Bolivia, el candidato de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, habría quedado en un lejano segundo lugar con el 31,5 %, mientras que el líder ultraderechista Luis Fernando Camacho, habría obtenido el 14,1 %.

Meza, expresidente de Bolivia (2003-2005) y contrincante de Arce en los comicios presidenciales por su partido Comunidad Ciudadana, reconoció la victoria de Luis Arce y se declaró al frente de la oposición al futuro Gobierno.

“Reconocemos que ha habido un ganador en esta elección, y es un resultado que aceptamos (…) Somos la cabeza de la oposición y actuaremos como tal”, dijo Mesa en una declaración a la prensa, acompañado por su candidato vicepresidencial Gustavo Pedraza.

A su vez, Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), envió una felicitación pública a Arce Catacora y a su compañero en la papeleta electoral a la vicepresidencia, David Choquehyanca, por el triunfo de ambos en las elecciones. “El pueblo se ha expresado en las urnas”, sostuvo el dirigente uruguayo de la OEA..

Almagro les deseó “éxito en sus labores futuras”, y expresó que “desde la democracia sabrán forjar un futuro brillante para su país”.

Los comentarios del secretario general de la OEA llegan luego de que ya hay dirigentes opositores, reconociendo la victoria del partido del líder indígena Evo Morales.

Para ganar en primera vuelta, Arce necesitaba el 50% más uno de los votos, o el 40% pero con una diferencia de por lo menos 10 puntos con respecto al segundo lugar.

Un rato antes de que se conocieran estas cifras, el vocero del Movimiento al Socialismo (MAS), Sebastián Michel, había pedido terminar con el retraso en torno a los resultados de las elecciones presidenciales.

“Necesitamos dar certidumbre a la población”, afirmó Michel en entrevista con el canal Unitel cuando ya habían pasado 6 horas después del cierre de las urnas y la sociedad boliviana se mantenía en vilo, sin un dato oficial ni extraoficial de resultados.

Agregó que a los medios de comunicación y a las empresas no les cuesta nada dar a conocer los resultados de las encuestas de conteo rápido hechas por el organismo electoral que deberían haberse entregado dos horas después de que culminara la votación.

También advirtió que el país necesita certidumbre y que hay una gran susceptibilidad. “Lo hemos hablado con muchos de los observadores. No entienden si es ineficiencia, si es el peor órgano electoral de América Latina o si son funcionales a una estrategia del Gobierno que pretende ganar dos o tres días para generar violencia y generar un espacio de poder militar para poner en vilo otra vez a la democracia”, advirtió.

Cuando se dieron a conocer las tendencias, el Órgano Electoral Plurinacional solo había contabilizado el 3.59% de los votos, y le otorgaba una ventaja del 54.35% a Mesa, mientras que ubicaba al MAS en segundo lugar con el 30% de los sufragios.

El retraso de los resultados de las elecciones presidenciales de Bolivia desató un clima de incertidumbre y especulaciones que enrarecen una jornada que se había desarrollado sin mayores incidentes.

Ante la falta de datos, tanto los oficiales como los resultados de los sondeos a boca de urna realizados por empresas privadas, aumentó la desconfianza que ya había desatado en algunos sectores la decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que la víspera suspendió de manera sorpresiva el sistema de conteo rápido que se había anunciado para esta elección.

El resultado del sondeo a boca de urna fue tan contundente que incluso la presidenta de facto Jeanine Áñez felicitó a Arce en sus redes sociales.

“Aún no tenemos cómputo oficial, pero por los datos con los que contamos, el Sr. Arce y el Sr. Choquehuanca han ganado la elección. Felicito a los ganadores y les pido gobernar pensando en Bolivia y en la democracia”, escribió.

Que el organismo electoral del país esté arrastrando los pies en el escrutinio de las papeletas de votación es visto como un mal indicio que pudiera incitar a los militares bolivianos, con tradición golpista, a preparar un golpe de Estado para hacerse del poder y evitar la llegada de Arce a la presidencia.