Se trata de una película monumental. Un tanto olvidada en algunos círculos. Pero monumental. De otro lado, un director de cine que es referencia: Werner Herzog. Si usted conoce su obra, sabrá que en esta su segunda película, creó una estética única.
Even dwarft started small (Dir. Werner Herzog, Alemanaia, 1970) es una película que narra la vida de una isla-presidio, localizada en Lanzarrote, Islas Canarias, España. El contexto es el control del cuerpo, alma y corazón de los colonos miembros del campamento de control. Así las cosas, los colonos-presidiarios se rebelan y toman control de la isla.
Para un pais que vivía bajo una dictadura como España, y para un pais que venía de una larga tradición de la cultura de supremacista como Alemania, este filme es una interesante aventura sobre la libertad. Simple y llanamente, la libertad. Por lo tanto, la libertad, como plantea la película desde una mirada de narrativa libre, no es racional. Es como es, como se siente, como se vive.
Por espacio de una hora y treinta y seis minutos, usted está viendo la vida pasearse de forma intensa a través de los colonos, quienes simplemente, y de forma no racional, lo destruyen todo.
La película tiene un elemento muy importante, el cual cambia toda su óptica. La misma se narra desde la mirada de los colonos-presidiarios, quienes son todos personas enanas. Hasta los enanos, nos recuerda Herzog, comenzaron en formato pequeño. La pregunta es ¿qué comenzaron? La revolución contestan algunos. Veánla. Gratis en las redes sociales.