No al nuevo cierre [represivo] si a una apertura [salubrista]

Justicia Social

(San Juan, 1:00 p.m.) Esto de las órdenes ejecutivas hay que detenerlo. Punto. Es de vital importancia. El Estado en el que vivimos se ha estructurado sobre la base de que cada quien debe gestionar su mecanismo de supervivencia, es decir cómo generar ingreso para garantizar su subsistencia. Nos guste o no, estamos ahí. Para ello se necesita estudiar, para luego entrenarse. La gente tiene que salir a trabajar, o termina en la calle (¡de donde ahora nos sacan!) y en el peor escenario, se muere. Oigan, el constructor no puede construir una casa virtualmente, ni el mesero servir los palos por internet. Ojo, el foco no es qué tan delicado es o no el problema de salud del COVID19 (que ES un asunto de salud, no de orden público, sino el peligro y ramificaciones más inmediatas de volver protocolo el estilo administrativo de la “orden ejecutiva. Estas están pensadas para atender “... situaciones o eventos de emergencia que conlleven la realización de obras, proyectos o programas que no requieran ...consulta..., se regirán por lo dispuesto en la Orden Ejecutiva emitida por el Gobernador de Puerto Rico que declare tal estado de emergencia y durante la duración de la misma.”  Menciona OBRAS. ¿Dónde está la obra, lease centro hospitalario especializado por ejemplo?  Dicho esto, vamos pa’lante. 

El entorno, el país, es de dominio público. Lo compartimos. Nos PERTENECE, A todos. Al pueblo. A la Nación Puertorriqueña. En nuestro derecho a una vida digna y a la protección de nuestras libertades colectivas e individuales como seres humanos en igualdad de condiciones, se articulan los derechos a la salud, el trabajo, la educación, la seguridad, y el libre desarrollo de la personalidad, entre otros. Esto se hace PORQUE PROVEEN LAS CONDICIONES DE NECESIDAD NECESARIAS PARA QUE LA VIDA DIGNA SE SUSTENTE EN EL SISTEMA QUE TENEMOS.  Como punto de partida, la salud, tanto física como mental, depende básicamente de tres cosas: la prevención, el tratamiento, y el acceso a los espacios que los permitan. En esto, el espacio y tiempo para el esparcimiento, el ejercicio y el contacto con la naturaleza son de vital importancia. ¡No son lujos ni hobbies! A esto se añaden los derechos a la libre expresión, movimiento y asociación, de los que depende en gran medida el equilibrio social. La paz y la posibilidad de desarrollo y resolución pacífica de conflictos al encontrarnos desde nuestra humanidad igualante.  Ok. Ahora paso a los problemas más evidentes con lo que está pasando:

  1. Se está asentando un estilo dictatorial de gobierno, cosa que no podemos permitir. Se ha logrado por medio de una campaña no informativa, sino tendenciosa y escabrosa cuyo objeto es enfocar de forma obsesiva la atención pública en el CIVID 19, con el fin de crear un pánico desproporcional y debilitante que inhibe el análisis. Al crear la sensación general de que “estamos bajo ataque”, se limpia el camino para una respuesta tipo guerra, es decir, empleando a la fuerza pública, y volviendo a “irresponsables” del pueblo en culpables del atentado a la salud general. El esquema del “infiltrado” que nos “quiere destruir desde adentro”, el traidor. Se vuelve entonces “patriótico” velar y denunciar al vecino para que las fuerzas de seguridad “se encarguen de él” y la sociedad “se salve” de la amenaza. ¿Dónde está el protocolo de salud aquí? ¿La disposición de recursos, no a la policía, sino al personal médico? ¿La observación sopesada de la realidad de salud? Es decir, ¿cuánta gente hay hospitalizada? ¿Cuántos de ellos son COVID? ¿Cuál es el porciento de sanación? ¿Cuantas muertes hay por otras condiciones de salud? ¿Cual es el panorama REAL del COVID y cómo está el gobierno adecuando el sistema de salud para bregar con este tipo de realidad que continuará repitiéndose en el mundo que vivimos?  ¿Dónde están la ofensiva, el plan, la investigación... mejor dicho, LA INICIATIVA SALUBRISTA al reto de SALUD? ¿Quién está respondiendo al mandato de buscar y proveer los protocolos básicos de salud para que las personas puedan vivir dignamente dentro de los parámetros socioeconómicos que nos enmarcan, mientras el departamento de salud “destaca personal de seguridad” (y presumo recursos) para “velar por el cumplimiento” de órdenes ejecutivas?
  2. Se pretende atacar una situación de salubridad con restricciones a la capacidad de generar ingresos (SIN ofrecer solución, osea OBLIGANDO a la gente a dejar de generar ingresos. ¿Y cómo se pretende que paguen vivienda, alimentos, etc.? ¿Con que derecho se le quita a la persona la capacidad de gestionar su vida? ¿La de sus hijos? ¿Su familia?), a los derechos de libre asociación y expresión (impidiendo actos de protesta y reuniones independientemente observen o no medidas de salubridad), a los derechos de educación, al esparcimiento, a compartir con amigos y familia, a operar o comer en un chinchorro. Le quitan el trabajo, la familia, los amigos, la recreación, el vecino a la gente. ¿CON QUÉ DERECHO?! ¿Dónde está su mecanismo de subsanación? En un país quebrado, golpeado y que todavía tiene toldos azules desde María, gente en casetas al pie de sus hogares agrietados y algunos encima con cimientos bajo agua gracias a los terremotos.
    3. En un estado donde se idea un sistema de salud cuyo objeto es brindar solución y/o alivio en respuesta al derecho a la salud dentro de una sociedad en que cada quien debe trabajar para subsistir, y las cosas se hacen en fábricas, los servicios requieren en su mayoría presencia física,  y los edificios se construyen por manos (ergo cuerpos) humanos presentes ya que la magia aun no la dominamos, si las condiciones y riesgos a la salud varían, EL SISTEMA DE SALUD TIENE QUE MOVERSE CON EL para dar solución o alivio dentro del modus operandi social. ¡No hay de otra! O es que el sueldo de todos lo pagará el estado, sin recaudar impuestos porque no hubo ingresos de dónde tributar. Si no, unos están obligando a otros a descender a estadios de mayor pobreza y necesidad sin opción de salvación por decreto. Por “orden ejecutiva”. De paso, están quitándoles el acceso a educación necesaria a quienes a futuro no tendrán las competencias para manejar el mundo al que se avecinan.  Se le está forzando a muchos a perder sus viviendas y a generar condiciones adversas de salud como la obesidad, diabetes, u otros gracias al encierro forzoso que bien puede acelerar la muerte de muchos. A este pueblo Se le está condenando a una vida no-digna. ¿Recuerda alguien como arranca la constitución? La dignidad del ser humano es INVIOLABLE. Pues salgamos a hacer ese precepto FUNDAMENTO DE NUESTRO ORDENAMIENTO, ¡hagámoslo valer!
    4. Se prohíbe acceso a la playa.! Habra’s visto! Prohibido lo más recomendable para condiciones respiratorias. ¡A los parques, donde los niños pueden ejercitarse -y jugar! -Antídoto a la depresión y obesidad infantil que SON UNA PANDEMIA. El limitar acceso a los espacios que promueven la salud y el bienestar atenta contra la salud DE TODOS a mediano y largo plazo.
    5. El impacto en la salud mental es incalculable. Las condiciones de ansiedad, depresión, atrofie de destrezas sociales no hemos siquiera empezado a explorarlas. La violencia doméstica, con toda la gama de sus tragedias entrelazadas y paralelas, anda galopante.
    La lista de todo lo que está mal de lo que está pasando no termina aquí. Pero para la muestra, el botón ( en este caso, los botones).
    Necesitamos comenzar a movilizarnos y exigir una respuesta SALUBRISTA a un problema de salud. Que se destine el dinero a ello, no a las maromas represivas. El encierro decretado, el toque de queda y demás maromas NO resuelven el problema de forma efectiva ni permanente. Tiene fecha de vencimiento porque el sistema socioeconómico no lo aguanta indefinidamente. ¿El peligro mayor? El colapso total de la economía y de paso el estado. Se Crean otros problemas más serios y de más profundo alcance, empezando por la desarticulación de la sociedad y su capacidad de movilización en momentos en que se atenta contra ella. Se va desarticulando una democracia a fuego lento, convirtiendo al vecino en policía y al ciudadano en “culpable” por la incapacidad administrativa. Se destinan los recursos, no a respuestas de salud, sino a ofensivas de fuerza pública.  No se habla de los protocolos exitosos que se están usando. No se buscan las vacunas que ya existen (para el que se la quiera poner). No se expande la capacidad y cobertura de salud. No se brega con el problema: se crea otro de múltiples tentáculos que reclama victimas en plena pandemia y perdurará post-covid. Y se crea utilizando el terror a la muerte y el instinto a la supervivencia que sabemos inhibe el raciocinio. Pregunto, ¿se ha visto movida más criminal y cruel contra este país?