Kate o la fama de ser una mujer gatillera

Cine caribe

La vi porque pensé que era una película sobre la igualdad de géneros. Me confundí.  Es una vieja idea del cine como cultura mediática comercial, donde intentan reproducir la violencia, la de los hombres, ahora por las mujeres. Y mientras más puños dé la mujer sicaria, o más hombres mate, para dicha industria la mujer es más igualitaria.

Pues bien Kate (Dir. Cedric Nicolas-Troyan, EE.UU/Japón, 2021) es un filme de acción, en la cual la actriz principal de cuyo nombre emana en el título de la película, es una operaria al servicio de las mafias de Japón.  ¿En serio que hay mafias en Japón?  Es decir, se ha movido la fórmula de Hollywood alrededor del mundo y ahora vemos películas de las mafias chinas, rusas, japonesas, británicas, en fin, que la modernidad terminó y no existe futuro de paz.

Kate (Mary Elizabeth Winstead), ha sido entrenada para matar.  Su entrenador, quien fungió como padre-en una relación un tanto incestuosa lo es Varrick (Woody Harrelson).  Este resuelve en la película, a fin de cuentas como un hombre más preocupado por su bienestar que por el de ella.  Entonces, ella se dedica a matar a una familia de mafiosos, hasta que se topa con la heredera del trono, Ani (Miku Martineau).  En fin, que no es Hollywood este filme pero se comporta como si fuera de allí.

La película en sí no es nada nuevo. En la misma se intercalan varias películas en las cuales, actrices mujeres u hombres, han sido infectados con un virus mortal y antes de morir quieren hacer un ajuste de cuentas.  Por lo tanto, la película discurre en la últimas 24 horas de vida de Kate, quien ha sido infectada con Polonium 204, lo cual es un material radioactivo. Ella decide vivir su último momento, descubriendo quién y por qué la mandaron a matar.  En el proceso la verdad se hace amarga, aunque haya mucha dignidad.

En fin, que es un filme del montón. Salvo por dos elementos: por un lado que integra la cultura popular de Japón.  Esta cultura es algo con lo cual se puede vivir o no, pero es muy intensa.  De otro lado, dentro de esta película hay varias películas ya filmadas, que ayudan a entender la complejidad o simpleza del guión.  Pienso en Crank, con Jason Staham, quien también es infectado con un virus que le ha de provocar su muerte (Dir.    Mark Neveldine y Brian Taylor, EE.UU, 2006); o Peppermint (Dir. Chad St. John, EE.UU, 2018) la cual versa sobre una mujer sicaria.  Hay muchas más, pero suficiente decir que Kate se basa en textos similares ya conocidos.

En fin, que si usted quiere contar muertos, violentamente degollados por Kate, pues saque tiempo y vea esta película. De mi parte, la puede pasar, hay otras mejores donde la igualdad del género se discute de otra forma, mucho más efectiva.