El deceso de los derechos civiles

Caribe Hoy

Los derechos civiles son el conjunto de libertades básicas de la persona, que protegen los intereses individuales con un rango constitucional que se puede imponer frente al estado. Son derechos que pertenecen a todas las personas por el hecho de ser humano, y no pueden ser condicionados ni privados. Entre estos se encuentra el derecho a la vida, la integridad personal, la igualdad ante la ley, la libertad, el trato respetuoso y digno; sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.

La lucha por los derechos civiles es una antigua. En Estados Unidos los derechos fundamentales de los individuos se plasmaron en la Carta de Derechos de la Declaración de Independencia. Han sido llamados derechos inalienables y derechos naturales. En Puerto Rico, se encuentran en la Carta de Derechos de la Constitución de 1952. Sin embargo, la aplicabilidad de los derechos humanos a todas las personas ha sido objeto de luchas intensas, pues los fundadores de estos derechos los concibieron como protección a los ciudadanos originales.  Es decir, que no a todas las personas se les protegía de igual forma ante la ley.

Las mujeres eran ciudadanas de segunda categoría. Eran un objeto propietario de sus esposos.  Así mismo lo eran los negros, quienes eran propiedad de sus amos. Los indios norteamericanos no se consideraban originarios, a pesar de serlo, y quedaban excluidos de la protección de estos derechos fundamentales.  Para lograr enmiendas o interpretaciones judiciales más abarcadoras, ha habido grupos de personas que han luchado férreamente para exigir la igual protección de las leyes.

Sin embargo, las crisis económicas y financieras y el neoliberalismo está afectando a las sociedades civiles, mayormente occidentales, a limitaciones en los derechos sociales y económicos. Muestra de ello es el uso desproporcionado de fuerza policiaca, restricciones al derecho a la libre expresión, a las manifestaciones, al derecho laboral; y en las mujeres el derecho a tener control sobre su cuerpo que incluye el derecho al aborto en los estadios temprano del embarazo. Este último sigue siendo uno de los debates más álgidos y controversiales, con debates fuertes de corte moral y religioso del lado de sus opositores.

Actualmente, hay un debate sobre el tema del aborto en Texas a raíz de una legislación que prohíbe casi todos los abortos en ese estado, luego de las primeras seis semanas de gestación, y delega la ejecución de la ley en los ciudadanos.  El problema mayor estriba en que a las seis semanas de gestación casi ninguna mujer conoce que está embarazada, y la que lo sabe, si tomase la determinación de terminar su embarazo, puede no conseguir una cita dentro del término prescrito. La ley de Texas ha creado un éxodo de mujeres con embarazos no deseados a otros estados, siendo Oklahoma uno de ellos.  Actualmente hay ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos un caso de aborto, que estando compuesto este foro por una mayoría de jueces conservadores, podría revocar del todo esta ley. El problema es, que no empecé a todos los argumentos que levanten las personas opuestas al aborto, muchas mujeres que tienen un embarazo no deseado van a buscar la forma para terminar el mismo, aunque sea poniendo sus vidas en riesgo como ocurrido antes de la legalización; o puede aumentar el maltrato de menores al forzarlas a tener hijos no deseados.  Este tema seguirá siendo objetos de debates intensos mientras el mundo sea mundo.

La Unión Americana de Libertades Civiles, ACLU, ha levantado una alerta de que las libertades civiles en general están siendo atacadas, poniendo en peligro, entre otros, el derecho al voto, los derechos trans, y el derecho al aborto.  Ellos advierten que una vez el gobierno recibe el poder de violar los derechos de una persona, ese mismo poder lo puede usar contra todos los ciudadanos, erosionando efectivamente las libertades civiles.

Para el movimiento neoliberal que nos arropa, los derechos humanos se redefinen no como unos colectivos sino como unos individuales. Bajo el neoliberalismo los individuos, de forma solitaria, tienen que disputar en tribunales las violaciones al derecho a la vida o a sus derechos civiles, ya que no se reconocen las acciones colectivas, aunque su reclamo pueda ser uno sistemático en contra de otros individuos de un mismo colectivo político o social.  Este accionar es una forma de aislar, amedrentar y persuadir.  Es una forma de cerrar la posibilidad del debate público y colectivo por los derechos comunes.  Es una forma de control y de opresión. Es una forma de cortar los derechos civiles.  Es importante, ser consciente de este accionar, para no perder derechos y libertades que son fundamentales para una vida digna. Ojo al deceso de los derechos civiles.