Mientras los jóvenes emigran de Puerto Rico, la población de la isla, compuesta mayormente por la generación de los llamados “baby boomers”, sigue envejeciendo. De hecho, esta generación ocupa una gran parte de la población mundial, particularmente en los países desarrollados. Los “baby boomers” fueron producto precisamente de un alza (“boom”) en nacimientos de niños y niñas después de la segunda guerra mundial y la gran depresión, que continuó hasta alrededor de 1964.
El crecimiento y evolución de esta generación, por ser una tan numerosa, permitió a sus padres y abuelos disfrutar de un retiro digno, entre ellos los beneficios del seguro social en el caso de Estados Unidos y Puerto Rico. Sin embargo, llegada la edad del retiro para esta generación de hombres y mujeres trabajadores, se confrontan, al menos aquí en Puerto Rico, a verse despojados de una estabilidad económica y un retiro digno durante su vejez.
Los “baby boomers” sin duda han sido una generación trabajadora que ha aportado con creces no solo a que la economía corra, sino al sostenimiento de los adultos que le precedieron y las generaciones que le siguieron. Como parte del modelo económico que se promovió durante el crecimiento de esta generación era el ahorro y sus virtudes para poder asegurar un retiro digno. Por ello, el gobierno en su rol de Estado-Benefactor, promovió leyes para que las diversas agencias de gobierno establecieran planes de retiro, descontando un porciento de los salarios de los trabajadores y así ejercer una función a lo “parens patriae” de custodios juiciosos de los dineros ahorrados por los trabajadores hasta la edad del retiro. Detrás, sin embargo, estaba la preocupación de no tener una población adulta mayor que terminara como mantenido del estado.
En Puerto Rico, sin embargo, el estado-benefactor bajo la administración de las políticas de los gobiernos estadistas y populares ha resultado un inmenso fiasco para esta población de “baby boomers” y para la población de adultos mayores y envejecientes en general. El estado ha resultado ser el peor custodio de los fondos de “sus hijos”. El estado se ha comportado, y continúa comportándose como una persona prodiga, irresponsable e incapaz. A consecuencia de malas políticas, de favorecer a amigos del alma por encima de la población general y de endeudarnos, se llevó al país a una deuda inconstitucional. Sin embargo, como siempre, la cuerda parte por la parte más finita, que es la población de “baby boomers”, adultos mayores y envejecientes; que luego de haberse sacrificado por años sudando la frente para tener un retiro digno, ahora tendrán que vivir de migajas de pan y del bienestar social, si no quiebra también.
Por otra parte, es interesante que, entre los diversos grupos obreros, incluido la judicatura, los maestros, los policías y todos los empleados de gobierno, haya un tirijala para tratar de establecer que el retiro de uno es mas digno que el del otro, y por tanto, ese retiro en particular se debe mantener no empecé a que el del otro sufra. Así los jueces pusieron el grito en el cielo cuando supieron que sus retiros se afectarían y claro hicieron pulseo que al momento parece haberles resultado. Los policías que le dan empujones a maestros y empleados públicos que protestan por proteger sus retiros, ahora también se tiran a la calle – pero como grupo a parte – para reclamar protección a sus retiros.
¿Por qué se debe pensar que el retiro de los jueces o los policías – que tienen en común el ejercicio del poder – deba ser mejor o preferente que el de maestros u otros empleados públicos? ¿ Por qué mejor los “baby boomers”, siendo la mayor población de la isla, no cerramos filas para asegurarnos que se nos garantice el bien merecido y trabajado retiro digno, a todos y no a unos sobre otros? Los “baby boomers” supimos hacer grandes revoluciones en la juventud. Entonces, de ser necesario, desempolvemos las zapatillas, saquemos bastones y sillas móviles y exijamos lo que nos pertenece por derecho de nuestras luchas y nuestro trabajo: un retiro digno. ¡“Baby boomers” unidos jamás serán vencidos!