Vuelve el pánico a la criminalidad [para aplacar nuestro repudio a la Junta]

Política

(San Juan, 1:00 p.m.) Del pasado viernes, cuando Jensen Medina salió culpable, se ha establecido una estratégica campaña de “pánico” a la criminalidad, la cual nos indica que no sólo los policías están de brazos caídos, sino que los criminales andan todos sueltos y la población está en riesgo.  Todo ha coincido, la muerte del jovencito Jesús Francisco Pérez.  Todos vamos muriéndonos, Arellys Mercado, Jesús Francis Pérez, y más recientemente María Paola Hernández.

De repente, la Junta de Supervisión Fiscal, la política neoliberal de  Pedro Pierluisi y los presidentes de los cuerpos legislativos, y más que nada el paro de los estudiantes del sistema de la Universidad de Puerto Rico, se quedan invisibilizados ante “la ola de la criminalidad”.  Es decir, hay que responder rápido, porque los criminales nos van a atacar en cualquier momento.

Los grandes colaboradores de esta campaña son los sistemas mediáticos corporativos, que resulta en apariencia que actúan en colaboración con el gobierno de turno. Algo así como creando las condiciones del pánico.  Nadie puede decir si la criminalidad está peor este fin de semana que el anterior, pero sí podemos decir que hoy es primera plana en todos los  periódicos y la sensación es de que hay que movilizar a la Guardia Nacional.

Mañana miércoles, la Universidad de Puerto Rico Recinto de Rio Piedras tiene una magna asamblea donde todo indica que decidirán si se van o no a la huelga.  Con esas condiciones, entonces uno debe pensar qué algo desea que se invisibilice todo lo que no sea el crimen.  Nos reiteramos, es momento que los estudiantes de las universidades privadas vayan a la huelga también, en solidaridad con el país. Pensemos.