Huelga indefinida en la UPR-RP ¿bueno o malo?

Política

(San Juan, 9:00 a.m.) Ayer martes 3 de noviembre de 2021, a partir de las 9:00 am, alrededor de 900 estudiantes de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras comenzaron a llenar de forma presencial el Teatro de la UPR; y alrededor de 2,000 estudiantes de forma virtual hicieron lo propio, a través de la plataforma ZOOM. Esto con el propósito de llevar a cabo una Asamblea General de Estudiantes y tomar posturas con relación a los recortes presupuestarios de la UPR, y la aprobación por la legislatura y el gobernador el Plan de Ajuste de la Deuda.

Como estudiante del Programa Doctoral de Trabajo Social, participé de un proceso que podríamos catalogar como uno histórico para el Recinto de Río Piedras, porque la mayoría de los participantes lo hicieron de forma virtual.  El acceso para los estudiantes virtuales no estuvo libre de problemas y conflictos.  A pesar de ello, el Consejo General de Estudiantes se esforzó para facilitar esta hazaña.  Luego del ir y venir, se logró que las votaciones virtuales fueran a través de “polls” (encuestas).  En la plataforma virtual, el proceso de pedir turnos a favor o en contra de las mociones no fue el más fluido; y el audio no fue el mejor, y a veces se perdía en su totalidad.

  Muchos estudiantes optaron por tener abierta dos plataformas (Facebook y Zoom), para poder seguir el proceso. Aunque hay mucho espacio para mejorar, en general, luego de los obstáculos iniciales, hay que reconocer que el acceso virtual a la Asamblea es un adelanto que facilitó la participación de muchos estudiantes.

A eso de las 5:00 pm, luego de debates álgidos para decidir si votar por un paro de varios días o por una huelga indefinida, 1,865 estudiantes votaron a favor de una huelga indefinida; 824 votaron en contra y 167 se abstuvieron. También se acordó que el próximo lunes 8 de noviembre, a las 10:00 a.m., saldrá una marcha desde los portones de la UPR hasta los portones del Tribunal Federal en la Avenida Chardón para, junto con la APU y otras organizaciones dejarle saber a la Juez Taylor Swain, que el pueblo está en desacuerdo con la firma del Plan de Ajuste de la Deuda.

El problema, sin embargo, es que a pesar de que el movimiento estudiantil tiene razón en sus reclamos, un voto de huelga indefinido puede ser precisamente lo que esperan los zafios que quieren destruir nuestra universidad. ¿Por qué?  Porque en el momento histórico en que vivimos, nuestro primer centro docente sufre de una fragilidad económica severa; y nuestra situación colonial obliga a que la Universidad mantenga cualificaciones competitivas con las universidades del norte y esté sujeta al cumplimiento unos estándares académicos impuestos por la Middle State Commission on Higher Education (MSCHE).

En el 2017, la MSCHE, emitió contra los 11 recintos de la UPR una orden de mostrar causa por la cual no despojarlos de sus acreditaciones.  El sistema UPR, a pesar de las reducciones al presupuesto, ha estado trabajando contra viento y marea para corregir todas las deficiencias señaladas y mantener unos estándares de calidad para que cuando los estudiantes se gradúen puedan tener un grado igual de competitivo que las universidades del norte.  A penas el pasado 27 de junio de 2019, la MSCHE sacó a los 11 recintos de sindicatura.  No obstante, la MSCHE mantiene a la institución monitoreada, y para diciembre de este año muchos recintos del sistema UPR, incluido el Recinto de Río Piedras, tienen que emitir informes de cumplimiento.  Entonces, cualquier incumplimiento, uno de los cuales es tener una matrícula de estudiantes activa, pone en riesgo la acreditación. Sin acreditación, ni los programas de la UPR ni los diplomas de los estudiantes valdrían, como se dice coloquialmente, sal y agua.

La Universidad de Puerto Rico, en particular el Recinto de Río Piedras, desde hace años ha sido blanco de ataques y desestabilización económica por el Partido Nuevo Progresista, sus gobernantes y secuaces. El gobierno pudo haber protegido al Sistema UPR declarándolo un servicio esencial, evitando así que cayera en las garras de la Junta de Control Fiscal y las aves de rapiña que vuelan sobre él, pero optó por no hacerlo.  Esto, porque es más fácil para el gobierno decir que fue la Junta y no ellos, quien le dio una estacada mortal a nuestra Universidad.  Sabemos, sin embargo, que ambos son socios y cómplices.

Lo cierto es que los recortes en el presupuesto tienen al sistema UPR y sus recintos, como un paciente con una hemorragia interna, en un estado de emergencia médica grave.  En el caso de la UPR, Recinto de Río Piedras, el sangrado está latente y lejos de ser puesto bajo control.  Por ello, una huelga indefinida en este momento de tanta fragilidad institucional puede ser, en vez de un remedio adecuado, el golpe fatal para que nuestra Universidad perezca. Es importante ponderar que el remedio no puede ser peor que la enfermedad, y que aún estamos a tiempo de repensar las estrategias de lucha, sin necesidad de poner en riesgo de muerte al paciente, que en este caso es la Universidad que tanto buscamos proteger.