Las Torres Gemelas

Caribe Imaginado

Hoy, 11 de septiembre de 2021, confieso que llueve a cántaros, con rayos y centellas. En la montaña, el día amaneció oscuro y triste, quizás recordando que hace veinte años, miles de personas inocentes murieron por la ineptitud de los líderes de un imperio, que se ha autoproclamado el salvador del planeta. Hoy el cielo llora por las miles de víctimas, que estaban en las Torres Gemelas, que ya no existen.

El cielo sigue de luto, luego de dos décadas, y yo todavía recuerdo, estar en mi casa viendo las noticias sin poder hablar. Por mi parte, quise hacerle un humilde tributo; salí a correr la lluvia como cuando era niña. Me mojé de pies a cabeza con el llanto de los que ya no están; corrí la lluvia como solíamos hacer en el barrio. Mi abuela me regañaba y me decía: “te vas a enfermar” pero no le hacía caso. Hoy solo seguí el impulso de mi corazón que al oído me susurraba: “están llorando las víctimas del 9/11 así que mójate con sus lágrimas transformadas en lluvia, para que nunca olvides que, a los nefastos dirigentes de los imperios, sus habitantes no le importan”.