¡Razones para [celebrar] la navidad!

Cultura

(San Juan, 1:00 p.m.) Celebro que nace un niño* que vino a dar un mensaje de amor a un pueblo duro de corazón, de doctrinas y corto en misericordia. Yo no soy religiosa. Trato, intento, me aliento en lo que fueron las enseñanzas de Jesucristo para el trato de la mujer, la niñez y los milagros de sanación, entre muchos otros:

  1. Jesús respetaba a la mujer, reconociendo ante Marta el valor de la inteligencia de María en un rol no doméstico.
  2. Jesús defiende a la mujer adúltera «derogando» el perverso castigo de lapidarla hasta su muerte en la famosa ocasión en la que nos dice: «El que esté libre de pecados que arroje la primera piedra». Así, iguala las faltas de esta con las de sus acusadores, tal vez, adúlteros también. Para Jesús, la misericordia no tiene género.
  3. Jesús defiende la inocencia de los niños y crea, en su evangelio, un mandato a protegerlos de todo mal. De manera que reconoce la importancia de un desarrollo saludable en la niñez para el futuro adulto. Y todavía hay personas y religiosos cristinitos enfermos sexuales que abusan de ellos impunemente.
  4. Los milagros… Esos milagros que a veces están y otras, no. Esos milagros que marcan la divinidad en todo ser vivo… «Tu fe te ha sanado», reconoce Jesús; porque sin fe (o sin la energía positiva que fluye con energía positiva a través de la oración o imposición de manos) no suelen suceder.  He sido recipiente de uno de estos milagros.

Yo no soy una mujer religiosa; apenas, se puede decir que soy cristiana. Lo intento, sin exclusiones para el que no piense como yo, y sobre todo con mucho RESPETO porque a nadie ofendo. No ofendo a los que no creen, ni a los que creen en otras divinidades, ni a los que no creyendo, ofenden; tampoco, ofendo. Lo mío es la sana convivencia que se inspira en la misericordia del Jesucristo incompleto de las escrituras. Sé que ello es solo el botón de la muestra.

¡Felices fiestas navideñas inspiradas en el nacimiento de Jesús de Nazareth! ¡Feliz Año 2022! ¡Y, Japi Trikin Dei con Octavitas y la Sanse!

*La fecha exacta del nacimiento es imprecisa —aunque se cree que fuera en los días de la pascua judía— , pues se sabe que el imperio romano la acomodó para que fluyera junto a la del abandono en la creencia de sus deidades en la celebración del solsticio.