Tiempo de olvidar y superar el colonialismo [ojo con las celebraciones del colonizador]

Política

(San Juan, 1:00 p.m.) Inicia el periodo de festividades de fin de año, y con ello se profundiza en todas las narrativas coloniales. En ese sentido, hay que ser cuidadoso en las celebraciones que hacemos. Sin mediar lógicas acomodaticias, simplemente, luchar por no reproducir el poder, ni los procesos de colonización que las múltiples invasiones que se han vivido en Puerto Rico nos han impuesto.

Tres ejemplos para ilustras, como participamos en gestos profundamente coloniales, sin reaccionar o rechazar nada. Veamos.

Por un lado, la celebración del Día de Acción de Gracias, es en términos generales, una gran contradicción. Dicho acto, colonizado por el estado y el capital americano, crea una narrativa falsa de los eventos de 1621, cuando los alegados peregrinos quisieron celebrar un buen año. Realmente hablando, la matanza, el genocidio y despojo de sus tierras a las poblaciones indígenas en general y a la comunidad Wampanoag comenzó al día siguiente. Por lo tanto, ¿por qué celebrarlo?

De otro lado, hoy celebramos el día del viernes “negro”. Es decir un día alegadamente, así nos explican, que los números no están en rojo, según la contabilidad moderna, sino en negro.  ¿En serio? Esto invisibiliza la historia detrás del “Black Friday”, el cual se vincula a la venta de hombres y mujeres esclavizados. Nos insertamos en el día de compras, pensando que es una relación estrictamente de consumo, mientras realmente es un día de celebración del racismo.

Finalmente, ahí frente a usted, ¿alguien ha visto el nuevo anuncio de la bebida Coca Cola? Sí el mismo, de la caravana de camiones rojos que nos traen “alegría”.  ¿No les parece un anuncio abiertamente racista? Todos los empleados, los camioneros, son hombres negros, que le llevan la bebida refrescante a unas familias esencialmente blancas. Ni en los tiempos de Uncle Tom, un anuncio puede ser tan abiertamente racista y burdo. Pero aquí nadie se queja, todos lo aceptan.

En fin, repensemos la relación colonial con nuestra psiquis individual y de pueblo. Ya veremos. Ya veremos. Pensemos.