(San Juan, 1:00 p.m.) Dicen que el Burro, Nelson Torres Delgado, un presunto líder de un sindicato de narcotraficantes, es el responsable de la masacre reciente en Cidra, donde cinco jóvenes perdieron la vida víctima de un asesinato en serie. Lo cierto es que el Burro está en la libre comunidad porque es prófugo de los federales. Dicen entonces los estatales, que el Burro, Nelson Torres Delgado, es la persona responsable de quien vive y quien muere en el centro de la isla.
Lo terrible de la conversación es que ante la masacre, otros narcotraficantes del área metropolitana, alegadamente, responden por las redes sociales de que habrán de ir en busca de los responsables. Cierto o falso, alegación fundada o sin fundamento, todo incide que el los que ejecutan el derecho a la vida y la muerte son narcotraficantes. Entonces, uno se pregunta, la soberanía, como autoridad, ¿quién la detenta hoy?
Todo parece indicar que el narcoestado, por momentos, reina en Puerto Rico. No siempre, pero por momentos, este parece subir a la palestra pública, como un ente autoritario que comanda la vida de todas y todos. No siempre, pasa así, pero en esta coyuntura, da la impresión de que los narcotraficantes, los que sean, están en control.
Por lo que uno se pregunta, ante una policía estatal ineficiente para algunos asuntos. Ante un cuerpo de policía federal, incapaz de controlar el narcotráfico, ¿no estaríamos mejor en la independencia? Es decir, resolviendo como país independiente nuestros problemas sociales, bajo la filosofía que en ese momento adoptemos para el sistema de justicia criminal.
De momento, la debilidad del estado colonial, como el metropolitano, son los responsables de que la situación social esté tan deteriorada en Puerto Rico. Por lo que es un momento donde se necesita la intervención de todas y todos nosotros para corregir el presente y modificar el futuro. Si no alcanzamos la independencia para controlar de esta forma al narcotráfico, la situación podría forzar al pueblo a tomar la justicia por sus propias manos. Esto puede dar paso a la colombianización de Puerto Rico, y la emergencia de cuerpos paramilitares, para enfrentar la violencia actual. En particular porque tanto el estado colonial como el metropolitano, le han dado rienda suelta a la emergencia del narco estado. Pensemos.