(San Juan, 1:00 p.m.) Volvimos a la última celebración anual, la de los regalos, la del gordito caucásico no nacional, y a otro año más de estadistas corruptos saqueando a el país. El país consume en alegría, pero se consume sin preguntar de donde sale el dinero. Por eso es que personas asociadas al Partido Nuevo Progresista, como Félix “El Cano” Delgado, o Ángel Pérez y su esposa Lisa Fernández, están asociados a un mundo de corrupción salvaje, que no se ha detenido desde la década de 1980.
Por lo tanto, vaya, como personas sensatas, ¿Por qué celebrar el día de la navidad, si este es un legado colonial de la Iglesia Católica? ¿Por qué celebrar el viernes negro, ojo viernes negro, o el lunes de compras cibernéticas? ¿Por qué regalar regalos el 25 de diciembre, de forma desenfrenada? En fin, que vivimos en mundos de dominios y redominios coloniales, y algo me hace pensar que estos no nos llevan a ninguna parte que no sea a “buscar dinero como sea”.
En fin, ante este cuadro, no me olvidaré de las “champions” de El Cano Delgado. Valor $600.00. Un alcalde. Ni tampoco me olvidaré de la buena reputación de Ángel Pérez quien llegó a la alcaldía de Guaynabo, para literalmente, extorsionarla y robarla. Menos aún de la esposa de Pérez, Lisa Fernández, quien fue juez y luego de terminar su mandato, a los cuatro meses ya andaba facturando $420 mil dólares en contratos. ¿En serio? Nos reiteramos, pena capital para los corruptos. 100 años de cárcel, mandatorios.
Celebremos con cuidado estas navidades, Sin contagiarnos. Escuchando la mejor música tradicional urbana o contemporánea urbana. También clásica. Pero al celebrar, no reproduzcamos prácticas horribles del capitalismo puertorriqueño, como lo es el consumo y la corrupción. ¡Felices Fiestas!