Desmond Tutu, en mi memoria [Ciudad del Cabo, 1996]

Política

(San Juan, 9:00 a.m.) Desmond Tutu fue una pieza fundamental del proceso político y democrático de Africa del Sur. Por mucho tiempo fue el lider de la iglesia anglicana de dicho país, y lideró desde esa posición posturas contestarias a la opresión del regimen racista del apartheid.  En el 1994, le concedieron el Premio Nobel de la Paz.  Un héroe. Un patriota.

Por razones de selección de vida, viví en Africa del Sur, de forma plena de 1991 al 2006.  Viví el inicio de la transición política hacia la vida democrática.  Por razones de trabajo, participé en las reformas de la policía y del departamento de justicia, para el gobierno democrático de Nelson Mandela, primer presidente negro y africano, de dicho país.  Ahora bien, de las personas que más han influenciado mi trabajo, se encuentra Desmond Tutu.

A él lo conocí cuando copresidía la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional de dicho país.  Lo conocí personalmente y como lector de su obra sobre el perdón, la verdad y la transformación de los conflictos.  Como dicen tantos, un tipo bueno y alegre.

Ahora bien, destaco un encuentro en el 1996 que sostuviera entre un grupo de excombatientes y exguerrilleros de Irlanda del Norte y él.  Como parte de mis funciones profesionales, dirigía un proyecto internacional de resocialización de antiguos luchadores de Irlanda de Norte, modelo que se copiaba del caso de Africa del Sur. En ese encuentro, con un grupo de irlandés de origen protestante, nos reunimos con Desmond Tutu en su despacho de la comisión.  El resto es mi memoria.  En particular, porque nos habló de perdonar, y en el contexto de Irlanda del Norte, luego de los conflictos superados en parte por los acuerdos de Viernes Santo de 1998, muchos de los guerrilleros y combatientes modificaron sus posturas sobre la vida y la muerte del enemigo. En algo ayudó el encuentro con Desmond Tutu.

De mi parte en Puerto Rico, llevo tiempo señalando que los vivos como los muertos, deben ser reconocidos y respetados, en particular en la lucha por resolver el estatus de la isla.  Esto incluye aquellos que murieron de ambos bandos en el periodo de 1930 al 1960, en el quehacer político del Partido Nacionalista Puertorriqueño.  Pero también, a todos los que murieron en la década de 1970, en el quehacer político de la isla.

Perdonar es algo que se dice pronto, pero que es difícil de hacer y expresar.  Por lo tanto, sirva este recuerdo a Desmond Tutu para valorar una vida, que sin lugar a dudas fue distinta, porque profundizó en arte de perdonar y logró que un país entero lo aprendiera a hacer.  ¡Viva comrade Tutu, viva! ¡Yebo!