De repente la vi en las plataformas digitales. Me interesó porque era un película de poca dirección. 74 minutos. Posiblemente el largometraje mas breve disponible al momento. Pero al verla descubrí una profunda película, hecha con muy poco presupuesto, aunque con un guión muy inteligente y actuaciones de emergentes actores dispuestos a echar la milla extra.
6 Balloons (Dir. Marja-Lewis Ryan, EE.UU., 2018) es una compleja, aunque sencilla película que nos lleva por el mundo de la familia-apoyo a un adicto a la heroína. Si a usted le da igual el consumo de drogas, pues esta película no le causaría interés. Pero si por el contrario, le provoca una respuesta, en el caso de Puerto Rico al ver a generaciones de hombres y mujeres jóvenes, pidiendo en los semáforos, sin futuro claro, que no sea la muerte eventual. Liberal no se puede ser. Anarquista tal vez. Ahora bien, de izquierdas directivo y controlador, en todo caso, para salvar a una generación que se nos va.
Dicho esto, en 6 Balloons, Seth (Dave Franco) es el adorable hermano que ha recaído en el consumo de heroína. Su hermana, Katie (Abbi Jacobson) se divide en su amor férreo por su hermano, mientras, debe apoyar a su pareja a quien le celebran un cumpleaños sorpresa. Más pudo la heroína, y todo un discurso anti neoliberalismo, en el cual se expone la imposibilidad de conseguir un plan de detoxificaciónpagado por los planes médicos.
Por lo que, hermana y hermano terminan en los barrios miseria de Los Ángeles, donde el trasiego es pleno, y el hermano vuelve a consumir lo único que le elimina el dolor: dares un cantazo para curarse.
En fin, es una película realmente dolorosa. Al final la hermana Katie/Abbi, intenta ella romper con el vicio de la dependencia que el apoyo a su hermano le ha creado. Rompe fuente, metafóricamente hablando.
Hay que verla, pues es una buena propuesta sobre un tema que ha dejado a más de una familia maltrecha en Puerto Rico. No es cine para toda la familia. Es para personas que tienen una mira sobre el tema de las droga dependencias.