Por primera vez en Puerto Rico habrá cinco candidatos gays

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Son cinco, pertenecen a cuatro partidos distintos, son abiertamente gays y les piden a los electores que los elijan no solamente por su agenda a favor de los homosexuales, sino porque también están comprometidos con un proyecto de justicia para todos los sectores marginados del país.

En estas elecciones, por primera vez en la historia, compiten cinco candidatos homosexuales que no esconden su orientación sexual.

Reunidos en una misma mesa –pese a las diferencias ideológicas– los cinco dijeron que su prioridad es combatir el discrimen y la homofobia desde las plataformas en que se toman la mayoría de las decisiones: la Legislatura estatal y las legislaturas municipales.

La agenda pro gay de los candidatos es abultada:

Quieren el matrimonio para las parejas del mismo sexo; que las parejas homosexuales puedan recibir, ambos, los beneficios de los planes médicos; que a los contratistas del Gobierno estatal y municipal se les exija un compromiso de que no van a discriminar por razón de género; que la pareja gay sea incluida en los contratos de vivienda pública; y hasta que transgéneros y transexuales convictos de delito escojan si van a una cárcel de hombres o de mujeres; entre otros múltiples proyectos.

“El desconocimiento de cómo somos las personas de la comunidad lésbica, gay, bisexual, transgénero y transexual (LGBTT) crea mucho pánico en Puerto Rico. Mucha gente piensa que este tipo de apertura tiene un costo político”, dice Pedro “Peters” Maldonado, el más veterano de los aspirantes y por eso mismo el más que conoce de las trabas a las que han estado sometidos los homosexuales en la política boricua.

Maldonado ha sido asesor de varios legisladores del Partido Popular Democrático (PPD) y del ex gobernador Aníbal Acevedo Vilá; compite por una de las plazas de legislador municipal de San Juan, primero a pedido de Héctor Ferrer y luego a solicitud de Carmen Yulín Cruz, la candidata a la alcaldía.

En el PPD, Maldonado luchó porque esa colectividad separara una silla en su Junta de Gobierno para un miembro de la comunidad gay, lucha que sigue inconclusa.

“Yo no me rindo”, reclama Maldonado, épitome del popular optimista.

El Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) presenta para las elecciones de noviembre, no uno, sino dos candidatos militantes gays: Luis Ibrahyn Casiano, que busca un escaño a la Cámara por el distrito 19 de Mayagüez –también con el respaldo del Movimiento Unión Soberanista– e Ivette Santiago, quien se postula para un puesto en la Legislatura Municipal de la Sultana del Oeste.

“Yo no le consulté a nadie que en la campaña iba a decir que soy homosexual”, revela Casiano, quien nunca dudó del apoyo de PIP.

El PIP no tuvo ningún recelo con que proclamara su orientación sexual, sin embargo supo de personas que se acercaron a la formación política para sugerir que no tocara el tema de la homosexualidad, “que ese asunto es mejor mantenerlo en la intimidad”.

“Sin libertad sexual, no puede haber libertad política... ni muchos menos independencia”, dice el joven, que actualmente estudia justicia criminal y que antes de ingresar al PIP militó en el PPD.

Ivette Santiago está orgullosa de haber llegado a la papeleta pipiola pues la llamaron debido a su exitoso rol como líder comunitaria del residencial Columbus Landing, de Mayagüez.

Santiago ya se había destacado por su participación en la investigación que se realizó en la zona oeste sobre brutalidad policiaca y también por haber dirigido una oficina de ayuda a la comunidad gay en Orlando, Florida, entre otros múltiples proyectos.

“Mi política” , dice la madre de dos jóvenes adultas, “ es tan ancha como la cantidad de sombreros que uso”.

El cuarto candidato gay, Edwin Meléndez, representa a Puertorriqueños por Puerto Rico (PPR). Es un estudiante de doctorado en administración de empresas y se postula como representante por acumulación.

Meléndez es VIH positivo y sufre de sordera. Fue asesor de la Oficina de la Juventud y llega al PPR desde las filas del Partido Nuevo Progresista (PNP), colectividad que dice abandonó “porque lo que ellos buscan son candidatos clásicos”.

“Ese no soy yo”, sentenció.

La más joven del grupo, Shariana Ferrer, de 23 años, figura en la papeleta del Partido del Pueblo Trabajador( PPT).

Ferrer estudia sociología en la Universidad de Puerto Rico y se describe como socialista y queer.

“Yo no entré en ninguna negociación con mi partido. El PPT tiene como prioridad impulsar que mi comunidad esté presente en la política”, menciona la ex activista de la huelga de la UPR, convencida, sin embargo, de que el 6 de noviembre lo mejor no es mirar candidatos individualmente, sino votar por el partido que mejor lo represente uno.

“No está en su agenda”, coincidieron en señalar los cinco líderes sobre la ausencia del PNP de este cuadro de candidatos que se visten con el uniforme del arcoíris.

Los cinco candidatos gays marcan precedente por el número, pero Bárbara Santiago, mejor conocida como Soraya, es quien se alza con el récord histórico de ser la primera candidata gay en competir en una elecciones en la Isla.

Santiago aspiró en 2008 a la asamblea legislativa del municipio de Carolina, por el PNP.

En 1998, Pedro Julio Serrano intentó obtener una candidatura por ese mismo partido, pero desistió. La homofobia era tal en ese momento que Serrano recibió amenazas de muerte y hasta sufrió un atentado contra su vida.