Crimes of the future (2022) o el tumor tatuado como expresión del arte

Cine caribe

Hay un concepto en arte que se llama “enfermo o arte enferma”, el cual parte de la premisa que una exposición creativa puede contener aspectos indeseables del propio cuerpo humano.  Nuestra reacción al cáncer, al tumor, al acceso, entre otras malformaciones del cuerpo, es el repudio. ¿Pero qué tal si hacemos arte a partir del propio cuerpo y sus disfuncionalidades?

Dicho lo anterior, me motivé a ver esta película por su director, a quien sin saber he seguido a lo largo de mi vida, he visto 10 películas realizadas por él. Un genio, quien a los 79 años, produce cine con un claridad y pertinencia, como si tuviera 20 años. 

Crimes of the future (Dir. David Cronenberg, Internacional, 2022), es un acto de valentía del genio del cine canadiense, David Cronenberg (guionista y director).  No hay forma de cuestionar su genialidad.  En momentos de pandemia, en momentos de muerte y destrucción de la vida misma, Cronenberg hace un homenaje artístico del proceso de la descomposición orgánica del cuerpo.  Una genialidad.  Ahora bien, ¿es fácil de asimilar, comprender y entender esta película? No. 

De mi parte, la película, basada en un corto metraje del propio director de 1970, Crimes of the future (Dir. David Cronenberg, Canadá) nos cuenta la historia en la versión contemporánea, de como los tumores, pueden ser auto desarrollados (primera subversión salud-estética) y luego que los mismos pueden ser tatuados por los artistas (segunda subversión de salud-arte). Ambas subversiones promueven la intervención del estado, quien preocupado por “nuestra buena salud” no desea que la gente vea en el dolor, en el agobio físico o fisiológico, la posibilidad del placer. O para bien, el nuevo sexo, como nos dicen en la película, es la intervención del cuerpo no para mutilarlo sino para engrandecerlo. 

La película recorre fronteras del placer post-humano, pues técnicamente hablando, si usted logra reproducir en una segunda generación el mismo tumor con el cual ha aprendido a convivir, o en la alternativa desarrolla nuevos órganos, usted dejó de ser humano.  Por decir lo mínimo, un planteamiento novel de la ciencia ficción, que el cuerpo genere nuevas formas de vida orgánica fuera de la lógica de reproducción (tener hijas o hijos).u

Con un reparto internacional de actores de buena calidad algunos, y otros emergentes,  Cronenberg repite con su actor predilecto con quien ha realizado seis películas.  Se trata de Vigo Mortensen (Saul Tenser) quien es un artista que ejecuta actuaciones (performances) sobre los órganos defectuosos de su cuerpo, los cuales cultiva.  Este junto a su compañera artista plástica, Lea Seydoux (Caprice), desarrollan exhibiciones de arte, donde todos los revolucionarios de la mutación del cuerpo, participan.

A fin de cuentas, la película es una reflexión interesante entre la relación entre el arte, la libertad de expresión y el control del estado. Esto, porque la Nueva Unidad de control del Vicio (New Vice Unit, como le llamaban en la película) existe para que la gente se mantenga “sana”, por su bien y el del estado, que no quiere administrar nuevas formas post-humanas de vida.

Hay que verla, pues todo el mundo apostó que se llevaba el premio la Palma de Oro de los premios Canes 2022, y no fue así. Decepción para muchos y para el genio Cronenberg, quien ya a este nivel del juego se ha llevado todos los premios habidos y por haber en la humanidad.

A verla, pese que no es una película para toda la familia.  Pero tampoco es de fácil comprensión.  No obstante, es inteligente y estéticamente sorprendente.