Arminda Valdés Ginebra [la mejor poeta de Güines, Cuba]

Voces Emergentes

(San Juan, 10:00 a.m.) La mejor poeta mujer que ha tenido Güines, según la crítica literaria, es Arminda Valdés Ginebra, de esa conocida familia güinera. En el recital del Liceo en 1955 en que debutamos en público Barima Gort, Ibrahim Rivero y yo, se incluyeron dos poemas suyos: "Implacable: , que estuvo a mi cargo, y "Poema sin título", que recitó Ibrahim.

Arminda nació el 3 de marzo de 1923 en Güines, habiendo fallecido en Nueva York el 6 de enero del 2012.

La trayectoria literaria de Arminda comienza a los trece años, cuando empieza a componer sus primeros versos. Ella nació con el interés de dar su opinión, su sentir y de comunicarse por escrito con el medio en que vivía. Después de escribir sus primeros poemas, comenzó a decir lo que pensaba y sentía, en prosas, a veces poéticas y otras no. Aunque Arminda siempre se expresó mejor a través del poema, su prosa es clara y por supuesto, con entonaciones poéticas que la hacen muy suya.

Cursó estudios de Arte Dramático, Periodismo, y Psicología. Se doctoró en Pedagogía en la Universidad de La Habana. En 1957 matricula en la escuela de Servicio Social de la cual se gradúa en el 1960 y comienza a trabajar como especialista social en niños, hasta el año de 1966 en que fue llamada por el Consejo Nacional de Cultura para trabajar como consejera de teatro infantil y juvenil a nivel nacional.

Después de 1959 trabajó como Técnico Pedagógico-Teatral en la Asesoría Nacional de Teatro Infantil y de la Juventud del CNC y fue redactora de la revista Cuadernillos del mismo en el año (entre 1965 y 1966).

Su obra Pequeño engaño fue estrenada por el teatro juvenil de La Habana, que también llevó a la escena su versión de La caperucita roja. Escribió además una versión de Blancanieves, que estrenó el teatro de títeres de Camagüey, ofreció disertaciones y conferencias artísticas y pedagógicas.

Posteriormente residió por algún tiempo en España. En 1979 se radicó definitivamente en Estados Unidos. Textos suyos han sido incluidos en Colectivo de poetas (Estados Unidos, 1983) y en Poesía cubana contemporánea (España, 1986).

Valdés Ginebra ganó los siguientes premios: Rociana del Condado (Huelva, España) en 1987 por su colección "Absorto en el Anagrama"; Agustín Acosta (GALA, Miami) dos veces en 1991 y 1992 por "Sombras imaginarias" y "Equilibrio del ansia", respectivamente; y Quinto Concurso Internacional Antológico de Santa Mónica (California) en 1994 por "Todo en torno al amor". Es miembro de la Academia Iberoamericana de Poesía.

La Dra. Valdés Ginebra fue sin lugar a dudas una mujer que trascenderá el mañana y esto lo prueba la actualidad de su poesía y la fuerza de la expresión y su tono. Tiene un gran dominio del verso, y una fuerza cósmica que se nota en muchas de sus obras en donde alude a la naturaleza. Sus palabras son hermosas, rectas, llenas de luz y sobretodo honestas con ella misma.

Su capacidad de trabajo era asombrosa, producía sin cesar y las ideas mejores las encierra en versos que brotan con gran espontaneidad. La poesía de Arminda ha tenido un contexto cronológico evolutivo, ya que comienza muy temprano y es una poesía que nunca se ha dormido, siempre se ha mantenido en movimiento; hasta en los peores momentos de su vida.

La poeta nunca dejó de buscar la filosofía de la vida, el porqué de las cosas y el intentar una nueva forma de aproximarse a los demás; ella no escribe para complacer a otros, su obra es única y exclusivamente expresión de sentimientos personales que es lo que cuenta para ella; ella escribe de acuerdo a lo que ve, siente o pasa cada día de su vida, con un lirismo que nos cautiva con su elegancia y originalidad.

Su poesía representa uno de los grandes logros de la poesía cubana contemporánea: originalidad, lirismo intenso, novedad en el aliento; frescor de algo nuevo; entrega en la amplitud; búsqueda de nuevos recursos literarios.