Se cierra el círculo de los llamados soberanistas: Luis Vega Ramos, Secretario del PPD

Agenda Caribeña
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

El ex legislador Luis Vega Ramos acaba de ser designado

Secretario General del Partido Popular Democrático (PPD). En el

pasado, Vega Ramos ha sido una de las voces más escuchadas en

defensa de las ideas de un sector del PPD denominado

soberanistas. Ese grupo diverso y heterogéneo se supone que tenga

diferencias importantes con el PPD y en ocasiones son críticos de la

realidad política y social del País.

No pasa inadvertido que con ese expediente de “soberanista y

libre asociacionista”, Vega Ramos haya sido designado como

secretario general del PPD por el presidente de dicho partido, el

conservador José Luis Dalmau.

Llama la atención también que en sus primeras expresiones

como Secretario General designado, Vega Ramos hiciera vocación

de fe como miembro del PPD: “El único partido que puede derrotar al

mal gobierno que tiene Puerto Rico es el PPD. Hoy empezamos

nuevamente la tarea de rescatar a Puerto Rico y darle una nueva

alternativa y esa alternativa se llama el PPD”.

Para algunos analistas conservadores del PPD esa

designación resulta impertinente precisamente por la desconfianza

que genera en ellos el libre asociacionismo de Vega Ramos.

Para nosotros la preocupación es diametralmente distinta.

¿A dónde fueron a parar la pretendidas convicciones libre

asociacionistas y soberanistas de Luis Vega Ramos, cuando ha

estado disponible con tanto entusiasmo a ser designado como

secretario general de un partido tan desprestigiado y venido a menos

como el PPD, precisamente la principal institución política promotora

del colonialismo en Puerto Rico que él tanto ha criticado en el

pasado?

¿Cómo es posible que Vega Ramos hable de rescatar a Puerto

Rico ofreciendo como alternativa al PPD, si precisamente la profunda

quiebra estructural de carácter económico, político y social que

enfrenta Puerto Rico desde hace tiempo es consecuencia directa de

las incapacidades del ELA y, consiguientemente, del PPD?

¿Cómo es que Vega Ramos reduce esa dramática situación “al

mal gobierno que tiene Puerto Rico”, cuando él sabe de sobra que la

quiebra que sufre el País no nace con la administración colonialanexionista de Pierluisi y el PNP, sino que se trata de una crisis de la

estructura misma del ELA?

Escribí en 2012 –hace ya una década—un ensayo titulado

¿Soberanistas?, que me ganó más de una cara larga de algunos

conocidos que ostentaban entonces ese calificativo, en un intento por

parecer diferentes dentro del Partido Popular Democrático (PPD).

Decía yo, entre otras cosas, lo siguiente:

“En una colonia –y Puerto Rico es una colonia –para ser

soberanista verdadero se tiene que ser independentista. De la misma

manera que el Sol sale por el este y se pone por el oeste.

“Si la naturaleza del Estado Libre Asociado es una colonial y el

colonialismo es intrínsecamente sometido, sumiso, dependiente,

entreguista, ¿es posible ser a la misma vez estadolibristay

soberanista?

“En resumidas cuentas, los compatriotas que siendo

estadolibristas se proclaman soberanistas, no soberanistas nada. El

ELA es la negación de la soberanía. Es más aún. El ELA es la

estructura política diseñada por Estados Unidos en 1952 para, con la

complicidad del Partido Popular Democrático (PPD), impedir el

desarrollo y alcance de la soberanía. .. El ELA y el PPD son la

antítesis de la soberanía.

“Muchos de quienes se llaman soberanistas desde el ELA son

realmente autonomistas, lo que no es una opción descolonizadora

sino que se mantiene la subordinación colonial; son colonialistas

inconformes que siguen temiéndole más a la verdadera soberanía

(independencia) que a la colonia.

“No acaban de entender que en asuntos fundamentales como

el que tiene que ver con el destino de nuestra Patria…no basta con

llevar una bandera de Puerto Rico en la solapa.

“De los “estadolibristas-soberanistas” no deben sorprendernos

sus contradicciones y extravíos, sus ires y veniresideológicos y

políticos, sus posiciones extrañamente encontradas, su

conservadurismo frecuente mezclado con posiciones francamente

radicales.

“…más nos vale que reconozcamos de antemano la

complejidad contradictoria de sus ideas y de su comportamiento

político. Para que no haya malos entendidos ni falsas expectativas.”

El flamante secretario general designado del PPD constituye la

muestra más reciente y elocuente del alcance político tan limitado y

del compromiso ideológico tan superficial a la vez que oportunista de

ese grupo de estadolibristas, que ha querido asegurarse un nicho al

interior del PPD, manteniendo escrupulosamente la lealtad y

subordinación al partido, mientras hacia fuera intentan convencernos

de que piensan de manera diferente y contestataria.

La decisión de Luis Vega Ramos termina siendo un problema

de confianza y falta de transparencia y honestidad ideológica. Su

retorno gozoso al redil de un PPD esclerótico, en momentos en que

el País reclama un compromiso genuino con sus verdaderos

intereses y necesidades, deja mucho que desear y no queda bien

parado ante quienes hubiéramos esperado otras cosas de su

proceder político.

Es un aldabonazo a la fantasía “soberanista”.