La vi, por aquello que el actor principal es siempre ocurrente. Porque estaba de viajes, y cine gratis en una residencia de hospedaje, siempre es mejor que nada. Pero también, porque comenzó como una película de boxeo y eso me entusiasmo. Luego terminó como una película de los santos evangelios y eso me perturbó. En fin, Hollywood.
Father Stu (Dir. Rosalind Ross, EE.UU., 2022), versa sobre la vida del padre Stuart Long, quien murió siendo parte de la iglesia católica en Helena, California. Su vida, muy interesante no comenzó, según la película y su biografía, en las santas escrituras, sino en el boxeo. De ahí tuvo varias vidas, hasta que Dios le habló y se consagró en una edad más adelantada, al oficio de dar misa y bendiciones. Muere a temprana edad de una enfermedad degenerativa, a los 50 años.
Ahora bien, eso es lo fáctico. Lo fílmico es la obsesión de Mark Wahlberg (el Padre Stu) y su padre Mel Gibson (Bill Long) que son en la vida real muy católicos, y de ves en cuando les da con utilizar el cine para adelantar sus causas cristianas. En esa medida, produjeron la película con un bajo presupuesto de $4 millones, para un éxito taquillero de $21 millones. Que nadie se olvide que pese a ser Hollywood, o lo que queda de esto, se convirtió en una película para adelantar los procesos religiosos proselitistas.
En la película, la primera parte, Wahlberg/Stu es un hombre de calle, muy determinado, con cierto nivel de violencia. Mientras su madre, Kathleen Long (Jacki Weaver), hace todo por proteger a su hijo, quien solito se mete en problemas. Tanto en la vida afectiva como con la policía.
Finalmente, cuando el joven Stu está encaminado a ser actor de cine, enamorad en una relación multicultural con Carmen (Teresa Ruiz), sufre un accidente de motocicleta, y casi muere. Pero… valgan los milagros. La virgen María se le aparece, y lo recupera de la muerte. Así que, el resto es el Vaticano, la palabra del Señor, y la fe cristiana.
Usted la ve si le interesa este tipo de cine. A mi me pareció un tanto cansona, y perdió el norte fílmico y se convirtió en culto.