Hay algo de referente en esta película y las condiciones sociales hoy en Puerto Rico. Con tanto inversionista de la Ley 20 y 22, ahora conocida por la Ley 60, corrupto viviendo en Puerto Rico, uno siente que ellos han llevado a la isla a ser un gran casino. Es decir, todo está expuesto a la suerte, al azar, sobre todo a ganar y perder. No hay certeza. De eso trata la película hoy reseñada, de la incertidumbre que vivió una generación ante los cambios tecnológicos experimentados por en ese momento.
Babylon (Dir. Damien Chazelle, EE.UU., 2022) es un interesante filme sobre la industria del cine en el naciente Hollywood, cuando los actores y actrices eran mudos, pero donde la fiesta tenía demasiadas palabras y lenguas. Se trató de una fiesta que no se detuvo, hasta que en el 1928, la tecnología comenzó a cambiar, y las películas de ser silentes, se tornaron en habladas.
Para muchos artistas, esto fue le final de su carrera. Este fue el caso de Jack Conrad (Brad Pitt), personaje real de la industria; como también fue el caso de Nellie LaRoy (Margot Robbie) personaje ficticio pero quien acaparó la atracción por el sentido de fiesta permanente en el cual vivía.
La película es muy intensa pero va dando paso a uno entender la complejidad de toda la vida, siempre y cuando se mire o se mida, por indicadores de la lucha de clase y todas las conspiraciones que esto acarrea. Al final, pese a que se da en los 1920, la película es una crítica muy dura a la ideología neoliberal que hoy nos inunda por todos lados. La gente es desechable, es el planteamiento central de este filme. No tienen ningún valor en la lógica de la acumulación del capital.
Este filme dialoga con varios filmes, algunos ya pasados otros recientes, muy similares en lo frágil de la condición humana ante los procesos de acumulación del capital. Entre los films pasados se encuentra Up in the air (Dir. Jason Reitman, EE.UU., 2009) y Parasite (Dir. Bong Joon-ho, Corea del Sur, 2019). Entre los filmes recientes se encuentra Triangle of Sadness (Dir. Ruben Östlund, Suecia-EE.UU., 2022) y The menú (Dir. Mark Mylod, EE.UU., 2022).
Todas estas películas como Babylon son sórdidas, tienen una fuerte crítica al capital y a los procesos de acumulación y todas dialogan de una forma u otra a favor o en contra del neoliberalismo. Son todas películas terribles, pese a ser muy interesantes y cautivadoras.
Al final usted la ve si le parece. No son películas fáciles. Son películas terribles, pero fascinantes. Vea Babylon a su discreción. Tiene varios finales, todos dolorosos.