Nope o una versión novel de cuando fuimos invadidos por los alienígenos

Cine caribe

Hay películas que uno las ve sin ninguna razón aparente. Este es el caso de la película de hoy, que uno se sienta a verla, porque le parece. Porque el director es tremendo tipo, un intelectual fílmico de primera. Pero también porque el principal actor de la película, a su corta edad se ha consagrado sin más, con varios premios memorables, incluyendo un Oscar.

Pues bien hablo de la película Nope (Dir. Jordan Peele, EE.UU., 2022) y la cual fue estrenada durante el año pasado, y elevada a una triología de filmes bajo el mismo director que exponen una mirada alterna a la identidad dominante en los EE.UU.  Se trata del trabajo del genio Jordan Peele, quien debutó con un filme extraordinario llamado Jet out (Dir. Jordan Peele, EE.UU., 2017), la cual tuvo cuatro nominaciones y se llevó el Oscar para mejor guion; y luego vino Us (Dir. Jordan Peele, EE.UU, 2019), una aclamada película taquillera. Ahora nos trae Nope, donde el hilo conductor de las tres películas es el tema de la raza puesto desde una perspectiva, por decir lo mínimo, plural y diversa.

Por lo tanto, Nope es la película del director, productor y guionista ya establecido en los EE.UU., más cotizado y aclamado.  Simplemente, por tanto, uno va a ver sus películas, sin más criterio de recibir una sorpresa. De eso trata Nope, de descifrar como la comunidad Afroamericana, a partir de una familia negra californiana se enfrenta al fenómeno siempre ocurrente de los fenómenos aéreos no identificables. 

Ante este cuadro de misterio, Peele introduce un elemento interesante que es la vida de la familia Haywood,  quienes son criadores de caballos para la actuación.  Esto viene de un dato histórico tergiversado por Peele de la primera secuencia fílmica grabada en el Siglo XIX.  Pero en la película da un buen motivo para iniciar la trama, a partir de la muerte del Patriarca Haywood (Keith Davis) producto de un ataque espacial. 

En fin, que en un filme ocurrente los hijos del muerto, OJ (Daniel Kaluuya) y Esmerald (Keke Palmer) desarrollan una reacción de tratar de entender porque su finca había sido controlada por un platillo volador que quería controlarlos.  Entre ficción, ideas interesantes y otras locas, Peele desarrolla una interpretación de los antiguamente llamados UFOS, que es muy interesante. 

Hay que verla, pese a que de la triología de películas, realizadas por Peele, es la más “racional”.  Y, en el uso de la razón, se impuso el racismo. Para romper con el mismo, sus trabajos previos han dado una cátedra de creatividad única.  Nope, intenta, pero no lo logra, pese a que casi todo en el filme, es perfecto.

Merece ser vista.  Mientras sea consistente, Jordan Peele es el director de cine más nobel de los EE.UU.  Adelante.