Esto nunca lo he hecho. Pero volví a ver la misma película en menos de dos meses, para saber si me gustaba más que la vez anterior que la había visto. Un lujo. Lo hice para ser dichoso, pues pese a mi gran admiración el director del filme, la crítica es la crítica. Pero ojo, peligro, al volverla a ver me gustó más. ¡Qué cosa!
Los foodtrukeros (Dir. Eduardo Ortiz, Puerto Rico, 2022), es un interesante filme de bajo presupuesto realizado en Bayamón, lugar de origen del director, donde se traduce la ideología de los vendedores de comida de las antiguas “guagüitas”. No obstante, siendo Bayamón, Bayamón, todo se americaniza y el “foodtruck park”, o el lote de venta de comida en guagüitas, es el motivo de este filme.
La película, en una segunda vuelta al cine de mi parte, es un gran proyecto, que mantiene una alegría y vacilón particular a lo largo de su cerca de hora y media que duro. Es interesante, pues la película a través de sus distintos personales, todos los actores y actrices apropiando correctamente su personaje y llevándolo a otro nivel, nos narra como es la mentalidad del pueblo trabajador convertido en micro empresario.
Entendido esto, uno se disfruta la película y se ríe demasiado con las ocurrencias del Boricua 101. Lo interesante es que en este filme, Eduardo “Transfor” Ortiz, uno de los directores comerciales más exitosos en la historia de Puerto Rico, logra relacionar muy ocurrentemente la pauperización de la economía personal, con las relaciones coloniales y el sentimiento patrio.
De mi parte, en una segunda vuelta, esta película, merece ser vista. Lo afirmo, merece ser vista. Llegando ya a casi dos meses de estar en cartelera, uno debe verla para pasar un buen rato, con actores del patio y conocidos locales, que nos permiten vivir en un país lleno de contradicciones y retos.
Adelante, que solo consiguen la película hoy en una sala remota, precisamente en Bayamón. A verla, que es un filme bueno para reírse de principio a fin.