Cayey como Capital Cultural cultiva el espíritu de los ciudadanos mediante la poesía. El 19 de abril se llevó acabó la Segunda Noche de Poesía en la Plaza de Recreo, Ramón Frade León.
Las noches de poesia en Cayey se comenzaron el 15 de marzo del 2023. Las misma son dedicadas a Filiberto Santiago El nació un 12 de julio del año 1931 en el Barrio Toíta de Cayey y creció en un humilde hogar perteciente a sus padres Don Juan Santiago Torres y Doña Sofía Rosario Santiago.
Desde muy pequeño fue un estudiante aplicado, que se destacaba entre los primeros de su clase y se gradúa en 1950 en la Escuela Superior Benjamín Harrison.
Con dedicación y sacrificios económicos logra cursar estudios en la Universidad de Puerto Rico, graduándose de Bachiller en Educación y en Ciencias Militares en 1954. Sirvió en el Ejército y posteriormente se desempeñó como profesor de matemáticas y ciencia física en las escuelas Benigno Fernández García y Benjamín Harrison de nuestra localidad.
En esta última institución conoce a la que sería su adorada esposa, la profesora de economía doméstica, Daisy Lizardi López.
Posteriormente, comenzó a estudiar leyes en 1957 y se graduó Magna Cum Laude de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico en 1960.
En lo personal suceden grandes acontecimientos como contraer matrimonio con Daisy Lizardi el 14 de enero de 1961.
En el ámbito profesional, en diciembre de ese año es nombrado juez de Distrito General y comienza así su carrera en la judicatura, que lo llevó a ostentar distintos cargos, entre ellos: Juez de Distrito en los Tribunales de Guayama y San Juan, ayudante del presidente del Tribunal Supremo de Puerto Rico, Director Administrativo Auxiliar de los Tribunales y luego director administrativo en propiedad y Juez Superior y Juez Administrador del Centro Judicial de Caguas. Se retiró de la Judicatura en 1987.
Don Filiberto también fue un hombre de negocios y en el año 1977 asume la administración del negocio de la familia de su esposa: la Panadería La Asturiana.
En 1986, conjuntamente con su esposa, se convierte en dueño del negocio y en 1992 inauguran otra panadería llamada La Criolla. Ambas panaderías se distinguen por confeccionar pan en hornos de ladrillo.
El matrimonio de Filiberto y Daisy procreó cinco hijos, a los cuales pudieron educar y verlos convertirse en profesionales. Ellos son: Filiberto, ingeniero mecánico y profesor; Ricardo Luis, bachiller en administración dedicado al negocio familiar; Ramón Antonio, contador público autorizado que ha trabajado en varias empresas como principal oficial
financiero; Carmen Sofía, quien ha seguido los pasos de su padre y es abogada en la Corporación de Servicios Legales de Puerto Rico y María Margarita, quien al igual que Ricardo Luis ha hecho su carrera profesional de administración en los negocios respaldando los negocios de la familia.
En sus ratos de ocio, Don Filiberto gustaba de la fotografía, el cine, el dibujo de caricaturas y la poesía.
Pero una de las cosas que más amaba en su vida era servir a su prójimo, especialmente a los desamparados.
Nos cuentan que a su hogar en la Urbanización Condado de Caguas acudían diariamente personas solicitando ayuda, y siempre Doña Daisy y Don Filiberto les entregaban alimentos y otras ayudas para paliar cualquier necesidad. Don Filiberto además aconsejó y brindó asesoría legal gratuita a muchas personas. Ayudó a colocar adictos a drogas en centros de rehabilitación. Aconsejó y ayudó a estudiantes en necesidad. Fue presidente, miembro y colaborador del Instituto de Orientación y Terapia Familiar y de la Fundación de Desarrollo Comunal de Puerto Rico (FUNDESCO) y miembro de la Junta de Directores de Servicios Legales de Puerto Rico, entre muchas otras organizaciones que ayudó a fundar o a las cuales perteneció.
Influyó con su ejemplo en su comunidad y en su honor fue designada la pista de caminar de su urbanización.
Es recordado por los sacerdotes y feligreses de la catedral de Caguas, y por todos los que le conocieron, como un hombre de fe, sabio, justo, desprendido y bondadoso. Don Filiberto trascendió a la otra vida el 17 de abril de 2020.
En la Segunda Noche de Poesía dedicada a
Filiberto Santiago Rosario se unieron varios familiares de Don Filiberto Santiago y nos deleitaron con poemas del homenajeado. Incluso su hermano menor Juan Santiago llegó a la actividad y nos compartió varias anécdotas de su hermano entre ellas que él quería que hiciera un libro y Filiberto siempre respondía, no es el tiempo. Además contó como su hermano siempre cuido de él.
Por otro lado, tuvimos con nosotros al escritor, Lic Adalberto Nuñez tesorero del Pen Internacional de Puerto Rico este nos lazo el reto que nos propongamos hacer el libro con los poemas y los escritos de Don Filiberto.
Al igual nos acompaño Artemio uno de nuestros legisladores municipales que tuvo la dicha de conocer a Don Filiberto.
Destacamos la presencia de Carmen Serrano y de Milagros Fernández.Llegó también una joven universitaria, Gloriamar Figueroa su sueño al igual que el de Don Filiberto Santiago es podemos publicar sus poemas. Su mamá fue quien vio la promoción de la actividad y se lo menciono a su hija. Está joven es oriunda de Guayama y estudia en la Universidad de Puerto Rico en Cayey.
Sin duda alguna las Noche de Poesía en Cayey son un encuentro entre generaciones que los une un mismo fin las letras.
Agradecemos al Municipio de Cayey por auspiciar actividades como estas y a Wanda Ortiz por todo su apoyo.
Invitamos a todos los que escriben y a los que se deleitan de la poesía a visitarnos todos los terceros miércoles de mes para que se deleiten de un banquete de poesia.